José Manuel Marín Cebrián (Fortuna SFP) | La noticia más importante de finales de noviembre para la esfera financiera mundial, sin duda, es el nombramiento de Scott Bessent al frente del Tesoro estadounidense. Probablemente, el eslabón que faltaba entre la elección de Donald Trump y el rally de fin de año que esperaban los inversores.
En cualquier caso, esa es la sensación que ha prevalecido en los mercados desde que se hizo el anuncio el fin de semana. Bessent aporta un barniz de pragmatismo y normalidad que tranquiliza a Wall Street. En otras palabras, es menos pragmático que el resto del equipo, lo que naturalmente atrae a los círculos financieros a los que no les importa de qué color sea la administración, siempre que los mercados de renta variable sigan subiendo.
Un wall streeter
Wall Street está tranquilo con el nombramiento de uno de los suyos.
Su programa es claro: prioridad a los recortes fiscales.
En particular, quiere suprimir los impuestos sobre las propinas, las prestaciones sociales y las horas extraordinarias, así como los impuestos a las empresas.También quiere preservar el estatus del dólar como primera moneda de reserva mundial.
Otras prioridades: recortes drásticos del gasto público, aumento de los aranceles y quiere participar activamente en la «reordenación económica mundial», el establecimiento de un nuevo orden económico.
3-3-3: la política de Scott Bessent.
– Un crecimiento del 3%.
– Un déficit del 3% del PIB, frente a más del 6% actual.
– Y 3 millones más de barriles de petróleo producidos cada día.
Consecuencias para el inversor
El nombramiento de Scott Bessent ha sido muy bien recibido, reforzando el ánimo de asunción de riesgos que ha invadido los mercados desde las elecciones presidenciales estadounidenses. Incluso Europa ha seguido más o menos el ejemplo, con lo que en la jerga se conoce como recompras baratas. En la práctica, los inversores se han centrado en los valores que han sido golpeados este año, apostando a que han tocado fondo. Los cinco mayores repuntes del Stoxx Europe 600 han correspondido a empresas que habían perdido entre un 20% y un 50% de su valor desde el 1 de enero. Una de ellas fue Kering, que detuvo su descenso a los infiernos recuperando un 5,5%.
En Europa, repunte semanal del 1% del índice amplio Stoxx Europe 600, ayudado por la recuperación de la renta variable alemana y británica.
En Estados Unidos, el repunte postelectoral de Donald Trump dio paso a una ligera caída, amortiguada la semana pasada por la reanudación del rally. El S&P500 llegó a registrar cinco sesiones consecutivas de pequeñas ganancias. Nueva York vuelve a estar a la cabeza este año.
Momentos complicados para los que tratan de hacer market timing. Aquellos que pretenden adivinar hacia donde van los mercados en el corto plazo con todo el ruido que hay encima de la mesa.
La inflación está ahí, y el dinero en la cuenta corriente duerme en el sueño de los sustos sin ser consciente del peligro que corre por la pérdida de poder adquisitivo. El S&P500 en máximos, el Nasdaq en máximos, el bitcoin en máximos, el oro en máximos… pues dado que si no hacemos nada el llamado impuesto de los pobres se come silenciosamente nuestro dinero, recomiendo máxima prudencia:
- Aportaciones periódicas, no entrar del tirón al mercado, y promediar.
- Renta variable con el sistema de gestión quality investment, nada de indexación.
- Siempre una visión medio – largo plazo, mínimo 4/5 años, con tiempo de recuperación en caso de susto.
- Atomización del riesgo por diversificación.
- Aprovechar que hay dos zonas geográficas en horas bajas, Europa y China.
- Sin dejar de lado a las que apuntan maneras, España.
- Megatendencias: salud, medioambiente, inteligencia artificial y nuevas generaciones.
- El activo refugio por excelencia del mundo, oro, mucho oro; y de partenaire la plata.
- Fuentes de rentabilidad des correlacionadas del mercado, mi compañero de viaje desde hace 7 años, el crowdlending hipotecario que no crowdfunding.