Alejandro Scherk Serrat* | Las energías verdes son ya el presente. No sólo sustituyen y desplazan a las fuentes tradicionales –como el carbón, el fuel clásico o el petróleo–, sino que están dando un paso más allá: llega una nueva generación de fuentes energéticas basadas en tecnologías aún más revolucionarias, entre las que ganan protagonismo los gases y, sobre todo, el hidrógeno. Asistimos al inicio de un auténtico despegue, que ofrecerá importantes oportunidades de inversión.
Las energías renovables están en auge desde hace varios años y experimentan un crecimiento imparable. Varios factores impulsan este sector: la creciente concienciación de la población frente a las fuentes contaminantes de petróleo y carbón, el rechazo a la energía nuclear, las necesidades crecientes de energía o la asociación de energías limpias con calidad de vida, tendencia imparable en todo el mundo, pero especialmente en los países occidentales.
Estudios recientes estiman que entre 2020 y 2050 la demanda de este tipo de energías se multiplicará por cinco, entre otros factores por el crecimiento de la de- manda eléctrica, el giro de la misma hacia fuentes renovables, el efecto sustitución el aumento de precios y la mejora tecno- lógica. Si se cumplen estas previsiones, ¡el crecimiento anual compuesto será del 12% durante treinta años! En la actualidad, prácticamente cada día aparecen noticias sobre el sector, todas con un marcado acento optimista de cara al futuro.
Ante este presente esperanzador y este futuro que se vislumbra aún mejor, no han faltado proyectos extraordinariamente variados y multitud de fuentes de financiación que los han hecho posible.
Estos factores y el consiguiente gasto en investigación y desarrollo (I&D) empleados en la consecución de energías limpias han actuado como un círculo virtuoso, al mejorar enormemente la tecnología y hacer mucho más eficientes los procesos de obtención de fuentes de energía. Así, si hace unos pocos años el gran obstáculo en este subsector era el enorme coste asociado para la obtención de energía, esta desventaJa prácticamente ha desaparecido. En estos momentos la energía hidráulica, que es la única de este grupo que siempre ha coexistido con el resto de fuentes tradicionales, así como la eólica y la solar, sea térmica o fotovoltaica, o la procedente de la biomasa, compiten en plena igualdad de condiciones.
*Alejandro Scherk es médico y analista financiero.
Lleva más de treinta años analizando compañías cotizadas y es presidente de las SICAV Kersio España (desde 2013) y Kersio Lux (desde 2017).
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