Perspectivas sector farma: Omicron refuerza los ingresos derivados de las vacunas y los tratamientos contra el Covid-19

Olaf Tölke (Scope Ratings) | El sector farmacéutico se prepara para obtener unos ingresos superiores a los previstos por las vacunas y los tratamientos contra el Covid-19 en 2022 y 2023. Los motivos de esta mejora se basan en razones médicas y políticas, como la aparición de Omicron y otras posibles variantes del coronavirus.

«La evolución de ingresos típica que cabría esperar del suministro de vacunas para combatir una pandemia -un pico de ingresos que luego se reduce a medida que aumentan las tasas de vacunación y disminuyen los contagios- podría no darse en el caso del Covid-19, o al menos no todavía», afirma Olaf Tölke, responsable de calificaciones corporativas de Scope Ratings.

Las previsiones apuntan a que BioNTech-Pfizer y Moderna podrían duplicar las ventas de sus vacunas de ARNm hasta superar los 93.000 millones de dólares en 2022, lo que llevaría el mercado global de vacunas contra el Covid-19 a casi 125.000 millones de dólares (excluyendo las vacunas chinas), frente a los cerca de 50.000 millones de dólares de 2021, podrían «resultar realistas, aunque la escala del aumento siga pareciendo muy exagerada», afirma Tölke.

«En primer lugar, las tasas de vacunación varían enormemente entre países y regiones, lo que garantiza que sigue habiendo importantes poblaciones no vacunadas en las que el Covid-19 puede propagarse más fácilmente y mutar», afirma Tölke. «En segundo lugar, la presión política en los países desarrollados para mantener las economías abiertas asegurando que sus sistemas hospitalarios no se colapsen con nuevos casos de Covid-19 está añadiendo presión para asegurar que la vacunación se intensifique», agrega. «También es posible que aumente la conciencia de que hay que realizar mayores esfuerzos para vacunar a la población de los países en desarrollo, a fin de reducir las tasas de contagio y de mutación del coronavirus», dice Tölke.

Además, la posibilidad de que las vacunas actuales sólo ofrezcan un nivel de protección parcial frente a la variante Omicron altamente mutada -como ha advertido el director general de Moderna, Stéphane Borcel- sería una sorpresa, dada la confianza de los fabricantes de vacunas hasta ahora en la eficacia de su producto frente a las variantes de coronavirus. Por tanto, ante esta situación, las autoridades sanitarias de Europa y Norteamérica recomiendan las vacunas de refuerzo.

Tölke dice que hay dos riesgos importantes para las perspectivas optimistas de ingresos por vacunas. «En primer lugar, porque creemos que se comercializarán tratamientos que no estén basados solo en vacunas, como la píldora antiviral en fase de investigación Molnupiravir de Merck & Cie, que ha sido presentada recientemente ante la FDA para obtener la autorización de uso de emergencia y ya ha sido aprobada en Reino Unido», afirma Tölke. Además, Pfizer también está desarrollando un régimen de píldoras orales posiblemente más eficaz que está siendo revisado por la FDA. Los medicamentos competirían con las vacunas existentes por el negocio del Covid-19 el próximo año. En segundo lugar, aún no está claro el grado de gravedad de la variante Omicron en comparación con las ya existentes. Si el aumento de los casos de Covid-19 en el hemisferio norte resulta estar más relacionado tanto con las tasas de vacunación por país, como con el típico aumento de las infecciones víricas en invierno -cuando la gente se reúne más en interiores- la urgencia de desarrollar nuevas vacunas contra el Covid-19 podría disminuir.

«Aun así, las perspectivas crediticias para el sector farmacéutico siguen siendo positivas, ya que los problemas económicos relacionados con la pandemia se han ido reduciendo, mientras que las ventas relacionadas con las vacunas, los medicamentos y los diagnósticos aumentan», afirma Tölke.