Resultado de las elecciones estadounidenses: después de la polvareda

Paras Anand (Fidelity International)

Paras Anand (Fidelity International) | Ahora que los mercados miran más allá del resultado de las elecciones estadounidenses, el foco a largo plazo está puesto sobre su economía interna, la regionalización del comercio mundial y la capacidad de resistencia de los mercados emergentes y asiáticos.

Varias son las incertidumbres que persisten mientras se disipa la polvareda levantada por las elecciones estadounidenses. El control del Senado no se resolverá hasta que se celebren las segundas vueltas en enero de 2021, por poner un ejemplo, pero los inversores que estén sopesando cuánto ha cambiado la situación también deberían tener en cuenta las tendencias generales en curso. En lo que respecta a los elementos clave en torno a la geopolítica y la estrategia económica, ¿será más un cambio de formas que de fondo?

EE.UU. en el foco

En primer lugar, en un contexto marcado por una pandemia descontrolada, tanto la respuesta a corto plazo como las consecuencias a medio plazo colocarán inevitablemente en el foco a la economía interna. Eso implica un uso continuado de la política presupuestaria y monetaria para sostener la demanda interna e inversiones adicionales en infraestructuras para estimular la actividad económica. La posibilidad de un Congreso dividido hace que las cifras de estímulos presupuestarios situadas en la parte alta de las estimaciones, como las previstas en caso de que los Demócratas se hicieran con el control de las dos cámaras, probablemente no se materialicen. De nuevo, se esperará de la Fed que asuma un mayor peso. Sin embargo, durante los próximos trimestres el imperativo para la Casa Blanca y el Congreso será ultimar los objetivos concretos de gasto (aunque en el extremo inferior de la horquilla de estimaciones) y, en este sentido, las infraestructuras y la sanidad podrían salir beneficiadas.

¿Inmovilismo en lo geopolítico?

En segundo lugar, y descartando de nuevo la cuestión del enfoque bipartito, cuesta pensar que vaya a producirse un cambio significativo a corto plazo en el panorama geopolítico y algunas áreas clave, como las relaciones entre EE.UU. y China, podrían seguir siendo frágiles si nos fijamos en los pronunciamientos realizados en todas las áreas del espectro político estadounidense durante este año. En muchos sentidos, el discurso de la amenaza competitiva y el riesgo de seguridad no hará sino reforzar la necesidad de invertir más cerca de casa. Aunque durante los últimos meses se ha puesto de relieve que los flujos comerciales internacionales continúan a pesar de los aranceles y otras barreras bilaterales, es probable que estos flujos también se vuelvan más regionales con el paso del tiempo dado que las cadenas de suministro más cortas se están volviendo prioritarias tras la pandemia.

La visión desde Asia

En tercer lugar, espero que la dirección de la estrategia económica de EE.UU. esbozada arriba siga suponiendo un lastre para el dólar en términos relativos. Pese a que probablemente su magnitud sea menor en un escenario de Congreso dividido, las medidas de estímulo en EE.UU. y su impacto en los mercados de divisas deberían, paralelamente, relajar las condiciones en Asia y en los mercados en desarrollo en todo el mundo. Este hecho, sumado a un mayor éxito en los esfuerzos de contención de la pandemia en amplias franjas de Asia, creará las condiciones no solo para que se dé una recuperación más amplia, sino para que esta región se desvincule cada vez más lo que ocurra en el resto del mundo.

Implicaciones para los mercados

En cuanto a los mercados y cómo deberían posicionarse los inversores de cara a 2021, los puntos expuestos arriba ponen de relieve el atractivo de las inversiones no denominadas en dólares. Ante la perspectiva de aumento de la volatilidad, eso apunta a un buen perfil de riesgo y rentabilidad en los mercados de renta fija de Asia, en particular la deuda pública de China y los bonos high yield asiáticos. En cuanto a las bolsas, nos parecen interesantes la India y algunos mercados del sureste asiático, que se han comportado peor que el resto de la región durante 2020, y también Japón, a tenor del énfasis permanente en la reforma societaria y sus atractivas valoraciones. He aquí algunas de las grandes tendencias a las que estar atentos en el mundo mientras esperamos a que se disipe la polvareda levantada por las elecciones estadounidenses de 2020.