Banco Sabadell | Según prensa, la vicepresidenta de Transición Ecológica (Teresa Ribera) aseguró en unas declaraciones que hay que ver si se siguen produciendo los beneficios extraordinarios de las energéticas y tener en cuenta las grandes inversiones que requiere la transición energética, en el contexto de aplicación del actual impuesto extraordinario a estas compañías. Estas declaraciones se producen después de que la Comisión Europea declarara la semana pasada que en 2023 ya no se dan los beneficios extraordinarios observados en 2022 en estas empresas y después de las declaraciones del presidente de Repsol en la línea de desviar inversiones a otros países si no se mantiene la “estabilidad jurídica y fiscal” en España. Estas declaraciones irían en sentido contrario al acuerdo PSOE-Sumar para revisar los gravámenes sobre la banca y las empresas energéticas con el objetivo de readaptarlos y mantenerlos una vez que expire su período de aplicación actual (2023 y 2024).

Valoración: Noticia de sesgo positivo en la medida que de confirmarse podría tener un impacto positivo sobre la aplicación del impuesto extraordinario sobre el 2023 y, de alguna manera, enfriaría su posible adaptación para mantenerlo en el tiempo.

Recordamos que actualmente el impuesto a las energéticas aplicaría durante 2023 y 2024 (1,2% de la facturación obtenida en aquellas empresas con ingresos superiores a 1.000 M euros excluyendo los negocios regulados y actividades fuera de España y extra peninsulares) y estaría recurrido por las principales empresas del sector. Recordamos que el impacto anual en EBITDA de las empresas bajo cobertura se situaría c. 200 M euros en Iberdrola (c. 1% EBITDA’23), 300 M euros en Endesa (7% EBITDA’23e), 300 M euros en Naturgy (6% EBITDA’23) y 450 M euros en Repsol (6% EBIT’23e). Ni Acciona Energía (ni su matriz Acciona), ni Solaria, ni Ecoener se ven impactadas por este impuesto.