Bankinter | Iberdrola ha llegado a un acuerdo con el grupo Abel Energy para construir una planta de producción de hidrógeno (H2) y metanol verde en Bell Bay, en el norte de Tasmania (Australia), que supondrá una inversión de 1.100M€. El proyecto, denominado Bell Bay Powerfuels, está respaldado por el Gobierno australiano y
será una de las plantas más grandes del mundo. La capacidad de producción de la planta será de 200.000 toneladas de metanol verde al año en una primera fase de desarrollo, llegando hasta 300.000 toneladas en la segunda fase.

Opinión del equipo de análisis: Buenas noticias. Este proyecto está incluido en las inversiones del Plan Estratégico 2023-25 que totalizan más de 47.000M€ en el periodo y que suponen la base del crecimiento del grupo en estos años. Las inversiones se centran en renovables y redes. Este proyecto se enmarca dentro del área de renovables.

El metanol es un compuesto químico muy demandado en multitud de aplicaciones industriales (disolventes, anticongelantes) en materiales de construcción y en la producción de combustibles sintésticos. El metanol tradicional se genera a partir del gas natural, lo que lo vincula directamente con las emisiones de gases de
efecto invernadero. El metanol verde es aquel que se produce de forma renovable y sin generar emisiones contaminantes, siendo una de sus variantes (e- metanol) la generada a partir de hidrógeno verde. El hidrógeno verde se genera a través de la electrólisis, el cual utiliza electricidad para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua. Cuando la electricidad se obtiene de fuentes renovables (parque eólico o fotovoltaico) se produce energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera. Si el hidrógeno procedente de esas fuentes renovables se sintetiza junto al dióxido de carbono capturado –en una central de biomasa tras el proceso de pirólisis- se logra destilar metanol renovable o e-metanol. La llegada del metanol verde pretende dar un fuerte impulso a este compuesto convirtiéndolo en una alternativa a los combustibles fósiles en industrias con un gran desafío en descarbonización como el transporte marítimo.