Banca March | En Estados Unidos, el crecimiento continúa sostenido y la inflación se acelera ligeramente. Los esperados datos de ayer confirmaron una vez más la fortaleza de la actividad al crecer el PIB en el 3T un +2,8% trimestral anualizado, con la principal aportación viniendo por el consumo privado que explicó el 85% del crecimiento al aportar +2,4 p.p. al crecimiento del PIB. Además, esta contribución del consumo privado fue muy equilibrada entre el mayor gasto en bienes (+1,2 p.p.) y los servicios (+1,2 p.p.). En cuanto a la evolución de la inversión, el comportamiento fue dispar, retrocediendo la inversión en vivienda mientras que la inversión empresarial se aceleró, apuntando a una mejora las expectativas de los empresarios. También cabe destacar que el gasto público se incrementó aportando otras ocho décimas al PIB, mientras que la nota negativa fue el sector exterior que detrajo seis décimas al crecimiento. Cifras por tanto que confirman la fortaleza de la demanda interna estadounidense, siendo que el consumo se mantiene como la locomotora del crecimiento.
La otra gran publicación de la jornada eran los datos de precios que mostraron un repunte: el deflactor del consumo personal se aceleró dos décimas en octubre hasta el +2,3% interanual, mientras que la tasa subyacente (el dato de inflación más seguido por la Fed) también repuntó
una décima el +2,8% interanual. En términos de evolución secuencial, el crecimiento en el mes de octubre fue del +0,3% mensual y se revisaron al alza cifras de los meses previstos. Entrando en los componentes de la tasa subyacente, por el lado de los bienes, detrajeron décimas a la inflación los bienes duraderos, mientras que los bienes perecederos aportaron una décima. Por ello, la práctica totalidad de la inflación se explicó por los precios de los servicios (+2,7 p.p. de aportación o, lo que es lo mismo, explicaron más del 96% de la inflación subyacente). Centrándonos en la tasa conocida como “supercore”(cifra muy seguida por la Fed y que muestra la evolución de los precios de los servicios excluyendo la vivienda), los datos fueron negativos al avanzar un +0,4% mensual y con ello acelerarse el ritmo de crecimiento interanual hasta el +3,5%, su mayor incremento desde abril. No obstante, este comportamiento vino explicado por factores “excepcionales” (el repunte de los precios de este mes se centró exclusivamente en servicios financieros y seguros). Unos datos que señalan que el proceso de desinflación se ha ralentizado en los últimos meses, pero no muestran un cambio de tendencia