J. P. Morgan | Las ventas minoristas en Estados Unidos rebotaron de forma notable en enero y esto es una señal de que el consumo se mantiene en buena forma. La bajada de este dato en diciembre había provocado dudas sobre la sostenibilidad de que el consumo en Estados Unidos constituyese el apoyo para un crecimiento económico fuerte en este año.
Aunque un mes es un periodo insuficiente para aliviar completamente esta preocupación, el fuerte rebote de enero apoya la teoría de que esta ralentización estaba provocada principalmente por Omicron. En conjunto, el balance de los consumidores se encuentra en buen estado – ha bajado la deuda de los hogares con relación al PIB y los ahorros y riqueza acumulados durante la pandemia son altos. De ahora en adelante, los altos niveles de inflación representan un obstáculo potencial a vigilar, pero por el momento parece que los consumidores tienen intención de continuar gastando.