Banca March | En febrero el IPC de la región se mantuvo inalterado en el +0,9% interanual, mientras que la inflación subyacente se redujo tres décimas hasta el +1,1% interanual. Esta moderación de la tasa subyacente se explicó en gran parte por la dilución del efecto que tuvo en enero el retraso en las rebajas en algunos países de la eurozona. Sin embargo, en la tasa general, la evolución de la energía compensó esta tendencia.

En concreto, la evolución del componente energético de la inflación se mantuvo en terreno negativo en febrero lo que presiona a la baja el conjunto del índice (-1,6% en febrero vs -4,7% en enero). De cara a los próximos meses, los efectos de base en los precios energéticos nos sugieren que a partir del segundo trimestre este componente llevará la inflación a niveles superiores al 2%.