Crédito y Caución | El crecimiento de los tipos de interés, la caída de la confianza de los consumidores y la inflación subyacente han mermado la renta disponible y la capacidad de endeudamiento de los consumidores españoles. Preveemos que esto se refleje en las compras del Black Friday y de Navidad en forma de moderado descenso interanual de las ventas en España, un deterioro de los márgenes, especialmente en las empresas más pequeñas, en un contexto de caída de la demanda, aumento de la competencia por el lado de la oferta e incremento de los costes de financiación y de explotación y descuentos agresivos para liquidar los niveles de existencias. Todos estos factores, en su conjunto, provocarán un aumento del riesgo de crédito en el sector minorista, y especialmente en las tiendas más pequeñas.
El comercio minorista atraviesa situaciones similares en el resto del mundo. En Francia se esperan grandes descuentos derivados de los elevados niveles de inventario. La electrónica de consumo ha sido la más afectada en 2023, con una caída prevista de las ventas cercana al 5% en comparación con el pasado ejercicio. Se prevé un aumento de los impagos y las insolvencias del sector en el primer semestre de 2024. En Alemania, donde los consumidores son reacios a gastar en bienes que no sean de primera necesidad y se ha reducido su renta disponible, también se confirma el empeoramiento de las perspectivas de insolvencia del sector de cara al próximo año.
En Italia las previsiones apuntan a una caída del 7% en el número de tiendas minoristas en 2023 en comparación con el total anterior a la pandemia. Se prevé que las ventas interanuales de electrónica de consumo, cosméticos y textiles caigan en el Black Friday y la temporada de compras navideñas. Solo en el nicho de productos ecológicos o reciclados se revertirá esta tendencia negativa. Los comercios minoristas más pequeños serán especialmente vulnerables a los impagos y la insolvencia, a pesar de que el mercado italiano de comercio electrónico es relativamente pequeño en comparación con el resto de Europa.
En Países Bajos los ingresos del Black Friday y la temporada navideña deberían mantenerse o, incluso, aumentar ligeramente en comparación con 2022 como efecto de la inflación. Es probable que las ventas de electrodomésticos vayan relativamente bien en el periodo, mientras que las ventas de electrónica de consumo se estancarán en el mejor de los casos. El elevado nivel de existencias podría provocar guerras de descuentos entre los minoristas, lo que afectaría a los márgenes. En Reino Unido, donde el Black Friday está ya muy arraigado, se prevé un periodo prolongado de descuentos para tratar de incentivar una demanda en contracción. Los segmentos que podrían tener un peor desempeño son la electrónica y los artículos para el hogar, es decir, los artículos más caros.
En Estados Unidos, los descuentos son una tradición que dura todo el mes de noviembre. Muchas tiendas físicas inician sus promociones la víspera de Acción de Gracias, y los comercios online anuncian importantes bajadas de precios el lunes anterior al Black Friday. Esta intensa actividad es el detonante de una larga temporada de descuentos navideños. Los minoristas estadounidenses se encuentran en general en mejor posición que sus homólogos europeos. Se prevé que las ventas aumenten entre un 3% y un 4% durante los meses de noviembre y diciembre de este año. Aunque se espera un crecimiento, éste se sitúa en una curva descendente: las ventas aumentaron un 5% en 2022 y un 13% en 2021. Además, el 60% del incremento se producirá en el comercio online lo que hace especialmente vulnerables a las tiendas físicas.
A nivel mundial, para el sector del comercio minorista de Estados Unidos y los diferentes mercados europeos será esencial en esta campaña equilibrar la estrecha vigilancia de los inventarios con sus necesidades de capital circulante, su estructura de costes y la optimización de la cadena de suministro.