El sector bancario europeo, uno de los “damnificados” de la última semana, debe reaccionar, más antes que después, tal y como hizo ayer el estadounidense

Europa

J. J. Fdez- Figares ( Link Securities) | Tal y como adelantamos ayer que podría suceder, los mercados de valores europeos fueron durante la sesión de menos a más, cerrando la jornada en su mayoría con significativos avances, superando por ello nuestras expectativas, que eran únicamente de que moderarían a lo largo del día las caídas iniciales. En el buen comportamiento de estas bolsas tuvieron mucho que ver varios factores: i) la debilidad mostrada por el dólar, tras varios días de gran fortaleza, que fue bien acogida por los precios de las materias primas y el petróleo y, por ello, por los valores relacionados con estos productos; ii) el giro al alza que experimentaron a media mañana los futuros de los índices estadounidenses, movimiento que se consolidó cuando abrió Wall Street; y iii) el descenso de los precios de los bonos a largo plazo europeos y estadounidenses, que conllevó un significativo repunte de sus rentabilidades, las cuales habían caído con fuerza durante las últimas sesiones de la semana pasada. En este comportamiento tuvieron mucho que ver las declaraciones que hicieron ayer los presidentes de las Reservas Federales de Saint Louis y de Dallas, Bullard y Kaplan, respectivamente, en las que revisaron al alza sus expectativas de inflación. Cabe señalar que, hasta ese momento, los precios de los bonos a largo plazo estadounidenses estaban subiendo, con sus rentabilidades situándose en su nivel más bajo en tres meses -la del bono del Tesoro a 10 años llegó a tocar el 1,35%-. Sin embargo, el precio de estos activos se giró a la baja y, como hemos señalado, sus rentabilidades repuntaron con fuerza a partir de ese momento. Además, y a diferencia de lo ocurrido durante las últimas sesiones de la semana pasada, los rendimientos de los bonos a más corto plazo bajaron, lo que propició que la curva de tipos recuperara parte de la inclinación perdida en las últimas sesiones. Este movimiento, una mayor inclinación de la curva de tipos, es algo que suele ocurrir cuando el mercado maneja expectativas de fuerte crecimiento económico y de inflación. 

Ante este escenario, que es el que han venido manejando los inversores en los últimos meses, éstos optaron por retomar la estrategia que han venido manteniendo en este periodo de tiempo, apostando nuevamente por los valores/sectores más ligados al ciclo económico, como los industriales, los de materiales, los financieros o los de la energía, mientras que los valores catalogados como de “crecimiento”, como los tecnológicos, o los defensivos, que son muy sensibles a las alzas de los tipos a largo plazo, quedaban rezagados. 

Así, en Wall Street, el Dow Jones, que el viernes había sufrido su mayor descenso en un día desde el pasado mes de octubre, lideró ayer las alzas, logrando su mayor revalorización en una sesión desde el 1 de marzo pasado. En sentido contrario, y en lo que hace referencia al Nasdaq Composite, índice en el que los valores de crecimiento, concretamente lo tecnológicos, mantienen un elevado peso relativo, aunque cerró también al alza, sus ganancias fueron mucho más moderadas. Señalar, además, que los inversores en este mercado acogieron de forma muy positiva la intervención preparada del presidente de la Fed, Powell, ante el Subcomité de la Casa de Representantes sobre la Crisis del Covid-19, que se dio a conocer ayer y que leerá hoy. En ella Powell señaló que espera que el mercado laboral se recupere en los próximos meses. Además, insistió en su idea de que el repunte de la inflación es temporal y que se moderará mientras la economía continúa su recuperación de los efectos negativos provocados por la pandemia. Todo parece indicar que, al menos de momento, todo vuelve a la normalidad en los mercados.  

Esperamos por ello que hoy las bolsas europeas sigan recuperando parte de lo cedido durante la semana pasada, con los valores más ligados al ciclo económico a la cabeza. En ese sentido, creemos que el sector bancario europeo, uno de los grandes “damnificados” de la última semana, debe reaccionar, más antes que después, tal y como hizo ayer el estadounidense. Por lo demás, señalar que no descartamos que en los próximos meses el “ruido” que va a generar en los mercados el anuncio por parte de la Fed del inicio del proceso de retirada de estímulos, algo que consideramos normal dada la fortaleza con la que se está recuperando la economía estadounidense y la amenaza que para ella representa la “alta inflación”, eleve la volatilidad en las bolsas, provocando correcciones puntuales como la de la semana pasada. Sin embargo, seguimos pensando que hay que mantener cierta exposición a la renta variable, especialmente a los valores/sectores que más se benefician de la recuperación económica en marcha que, además, son en muchos casos los que presentan valoraciones más atractivas desde un punto de vista fundamental. 

Por último, señalar que en la agenda macro del día destaca la publicación en la Zona Euro de la lectura preliminar de junio del índice de confianza de los consumidores, mientras que en EEUU se dará a conocer la cifra de ventas de viviendas de segunda mano del mes de mayo. No esperamos que estas cifras tengan impacto alguno en la marcha de los mercados de valores europeos y estadounidenses, por lo que habrá que seguir muy atentos a otras referencias como son el dólar o los rendimientos de los bonos a largo plazo.