El endurecimiento monetario terminará en recesión: la inversión de la curva de rendimientos alemana, con 74 pb, en máximos desde 1992!!!

Ana Racionero (Intermoney) | Por si no había quedado lo suficientemente claro tras los últimos dos días, Nagel advertía ayer de que los tipos de interés no habrían subido aún lo suficiente, y la práctica certidumbre de que el endurecimiento monetario terminará deviniendo en recesión llevaba la inversión de la curva de rendimientos alemana, con 74 pb, a máximos desde 1992, el año de Curro y Cobi. Ahí es nada. Su homóloga británica alcanzaba los 72 pb de inversión, nivel máximo desde el año 2000, y los mercados monetarios llegaban a adjudicar un 70% de probabilidades a un tipo terminal del 6.25%, que sería el más alto desde 1998. En E.E. U.U., la rentabilidad del 2 años UST ascendía a máximos desde marzo después de que Powell dijera ante el Senado que sería conveniente subir los tipos dos veces más este año. Barkin, de la FED de Richmond, decía sentirse cómodo con nuevas subidas de ser necesario.

Y para que no decaiga, hoy la semana nos deparaba una última jornada de intensidad, que se estrenaba con la confianza del consumidor británica, que subía en junio a -24, batiendo las expectativas y alcanzando su nivel más alto del último año y medio. Las ventas minoristas también superaban en mayo las previsiones en todas sus categorías, lo cual, a pesar de que muestra una gran resiliencia del consumo, se leía con preocupación, pues se interpretaba como vehículo de una mayor inflación.

En Europa, los Países bajos revisaban al alza su PIB final del primer trimestre (-0.3% vs -0.7%). Del mismo modo, España revisaba en una décima al alza, hasta el 0.6%, su PIB final del primer trimestre. En comparativa interanual, se corregía al 4.2% desde el 3.8% preliminar.

Y luego ya, la cosa se torcía. El PMI compuesto de Francia, con un 47.3 en junio, caía de pleno en terreno de contracción por primera vez en cinco meses, desde el anterior 51.2 y frente al 51.0 esperado. El de fabricación descendía del 45.7 de mayo al 45.5, mejor en todo caso que el 45.3 esperado. El batacazo venía de la mano del de servicios, con un desastroso 48.0, cuando se esperaba un 52.1 y frente al 52.5 de mayo. Teniendo en cuenta que ha sido el sector servicios el que ha mantenido a flote la economía este año, inquietante cuanto menos. Aunque, por otro lado, teniendo en cuenta que es el principal responsable de la inflación, casi habría que felicitarse, ya que parece que la transmisión de la política monetaria comienza a funcionar. Alemania directamente se precipitaba al abismo con un 41.0 en el de fabricación, desde el 43.2 anterior y vs 43.5 de las encuestas. El de servicios descendía del 57.2 al 54.1 (vs 56.3), y el compuesto caía al 50.8 desde el 53.9 anterior (vs 53.3) a mínimos desde febrero. Todo esto se reflejaba en las lecturas del conjunto de la zona euro, que caía al 43.6 en el de fabricación del anterior 44.8 (vs 44.8); del 55.1 de mayo retrocedía al 52.4 el de servicios (vs. 54.5); y el compuesto caía al 50.3 del 52.8 previo (vs. 52.5).

En el Reino Unido, los PMI también cedían por debajo de las estimaciones y retrocedían hasta un 46.2 el manufacturero, un 53.7 el de servicios y un 52.8 el compuesto.

Este inesperado retroceso de la actividad económica en junio provocaba un movimiento de “fly to quality” que a su vez desataba compras de bonos y ahondaba en las ventas de bolsa en búsqueda de seguridad, unas bolsas que registraban su mayor caída semanal en más de tres meses, desdibujando el espectacular repunte bursátil del segundo trimestre. Las rentabilidades de los bonos retrocedían fuertemente y las curvas cogían pendiente. Los mercados monetarios rebajaban el tipo terminal del euro por debajo del 4% por primera vez desde el lunes. El petróleo se desplomaba, con el WTI cayendo hasta los 67 USD por barril. Las primas de riesgo se ampliaban, la española en particular llegaba a alcanzar los 96.75 pb, y la italiana, los 164 pb contra Alemania. El repunte de los bonos era de tal calibre que, a modo de ejemplo, la rentabilidad del cinco años alemán perdía 17 pb hasta el 2.47%, su mayor caída desde abril.

De Cos decía que la inflación subyacente estaría resultando más resistente de lo esperado y que no podría anticipar los resultados de las reuniones posteriores a julio.

Los PMI de E.E: U.U. también reflejaban un retroceso del índice compuesto y del de fabricación (53.0 desde un 54.3 vs 53.5, y 46.3 desde un 48.4 vs 48.5, respectivamente). Sin embargo, el de servicios, a pesar de que caía del 54.9 al 54.1, superaba en una décima las estimaciones.

La semana que viene nos depara como plato fuerte el IPC de junio de la Eurozona.