El panorama político chino asusta a los inversores

China Congreso Anual

Intermoney | Por fin conocimos los datos de actividad económica china del tercer trimestre, que estaban previstos para la semana anterior y que anunciaron que se pospondrían, lo cual no hacía indicar nada positivo. El dato del PIB para el tercer trimestre arrojaba un crecimiento del 3,9% a. frente al 3,3% a. esperado, sin embargo, lejos queda el objetivo de las autoridades del 5,5% y la imagen completa ofrece un panorama más negativo para la segunda economía mundial. En términos trimestrales la economía también se expandió un 3,9% como repunte de la contracción del 2,7% del segundo trimestre a raíz del fin de los confinamientos en mayo.

El dato estaba apuntalado por un repunte de la producción industrial en septiembre muy por encima de lo esperado, que del 4,2% a. pasó a un 6,3% a. Mientras que la inversión en activo fijo se mantenía en línea con lo esperado, la parte que tiraba para abajo era el dato de crecimiento de ventas minoristas, que descendió de un 5,4% a. a un 2,5% en septiembre y que muestra una clara señal de la caída del consumo doméstico.

La economía china este año está en un momento delicado causado por la política “covid cero” que ha llevado a severos confinamientos durante el presente año, que junto con la crisis del sector inmobiliario ha derivado en una mayor incertidumbre que se ha traducido en una severa caída del consumo de los ciudadanos. A estos factores se le añaden la moderación en las exportaciones a tenor de una demanda externa cada vez más debilitada por el panorama económico mundial.

Estos datos se conocen después de la celebración del congreso quinquenal del Partido Comunista Chino que ha vuelto a otorgar un tercer mandato a un Xi Jinping que cada vez está adoptando un poder más absolutista como se pudo observar con las detenciones en pleno congreso de miembros del partido del ala menos agresiva. El futuro de la economía no se preveía muy positivo, las previsiones de crecimiento por parte del FMI revisadas a la baja que daban un crecimiento del 3,2% para el presente año y de un 4,4% para 2023.

La situación actual da más motivos a los inversores para ser más reticentes a apostar por la economía china, algo que se ha visto reflejado en un lunes con fuertes ventas en el CSI 300 a pesar del dato del PIB mejor de lo esperado, cayendo el índice bursátil chino en más de un 3%, pero el índice Hang Seng, menos sometido a las interferencias de las autoridades chinas, cerraba la sesión con una caída del -6,36%. Acciones como Alibaba o Tencent cayeron en más de un 11%. El mayor poder de Xi Jinping puede desencadenar una continuidad en políticas tan estrictas como los confinamientos del presente año y esa preocupación ha desencadenado una fuerte sesión bajista que se añade a la de la semana anterior cuando se anunció que no se publicarían los datos del PIB en la fecha en la que estaba prevista.