Eurozona: se rompe la tendencia desinflacionista de los cuatro meses anteriores

Santiago Martínez Morando, (Ibercaja) | El crecimiento del IPC de la Zona Euro se moderó una décima en el mes de enero, hasta el 2,8% interanual, si bien, se mantuvo por encima del mínimo del 2,4% alcanzado en noviembre de 2023. Los precios de los alimentos se desaceleraron hasta el 5,7% interanual (desde el 6,1%) gracias al menor incremento en los alimentos elaborados, alcohol y tabaco (5,3% desde 5,9%), que compensó la aceleración de los alimentos no elaborados (7,0% desde 6,8% en diciembre y un mínimo del 4,5% en octubre). Los precios energéticos siguieron cayendo de forma notable (-6,3%), aunque lo hicieran cuatro décimas menos que el mes anterior (-6,7%). La tasa subyacente también se moderó una décima, hasta el 3,3% interanual, gracias a la contribución del menor encarecimiento de los bienes industriales (2,0% desde 2,5%). Sin embargo, la subida de precios de los servicios se mantuvo por tercer mes consecutivo en el 4,0% interanual.

A pesar de la moderación del crecimiento, el dato de IPC ha quedado algo por encima de lo que cabía esperar por el efecto base, si bien, la incertidumbre era elevada por los cambios en las ponderaciones que se producen en enero y por la repercusión del final de algunas medidas contra la inflación tomadas en los distintos países de la Zona Euro. El crecimiento mensual del IPC fue dos décimas superior al promedio de los veinticincos eneros anteriores, y el de la tasa subyacente tres décimas superior. De esta forma, se rompe la tendencia desinflacionista de los cuatro meses anteriores.

COMENTARIO CUALITATIVO:

Puede que sea sólo un dato puntual y que la desaceleración se intensifique en los próximos meses, el efecto base apunta en esa dirección. Queda por ver si la fuerte expansión de los salarios y el elevado ahorro disponible tras la pandemia están produciendo efectos moderadamente inflacionistas de segunda ronda. En este sentido, cabría esperar prudencia por parte del Banco Central Europeo antes de comenzar el ciclo de bajadas del tipo de interés, pero no hay que olvidar que el nivel alcanzado por el tipo de intervención es muy superior al considerado de equilibrio y que el crecimiento del PIB permanece estancado. Además, los elevados niveles de los tipos de intervención afectan con diferente intensidad a los diferentes colectivos europeos, viéndose más perjudicados los hogares que tienen hipotecas a tipo variable, los que recurren a nueva financiación y las empresas, sobre todo las más pequeñas, cuyos préstamos tienen una duración media reducida. De esta forma, el reparto del coste del endurecimiento monetario es muy desigual. En los mercados financieros se descuenta con una probabilidad del 75% que se produzca la primera bajada de tipos en el Consejo del 11 de abril, y que a final de año la reducción acumulada alcance los -150 p.b. (hasta el 3,0% en el tipo de referencia y el 2,5% en el de depósito). Que se produzca la primera bajada en abril dependerá en buena medida de los datos de IPC de febrero y marzo. También de la actitud de la Reserva Federal de Estados Unidos, que ayer declaró que considera prematuro modificar los tipos en su reunión de marzo, lo que retrasaría el primer movimiento al menos hasta mayo. Históricamente, la Reserva Federal ha precedido al Banco Central Europeo en los cambios de ciclo para los tipos de interés. En resumen, aún existen dudas sobre si el Banco Central Europeo bajará el tipo de intervención tan pronto como en abril, pero parece claro que en los próximos meses se iniciará un proceso de contención de los tipos, algo que ha empezado a reflejar el Euribor a 12 meses, que ha dejado claramente sus máximos atrás bajando -65 p.b. desde septiembre.