A favor del modelo Schumpeter-Kondratiev

José Antonio Santos Arrarte(*) | «Se necesita algún tipo de evolución que limite la connivencia de algunos privados con instituciones que se dicen públicas pero postulan un darwinismo totalitario».

La aportación de Schumpeter es esencial para valorar la innovación técnica: la describe como una de las causas del desarrollo económico, que permite extender el primum vivere al traer al mercado bienes y servicios o métodos de producción y transporte nuevos y así cambiar la forma vigente de organización y gestión de la producción, afectando al modo de vida individual y social. Distingue entre innovación incremental (mejora de proceso, producto, o sistema de gestión) para la que vale el análisis estático ya que sólo altera lo definido, e innovación radical en la que hay un mayor riesgo e inversión y que precisa de un empresario innovador de análisis y visión más dinámica y estratégica (de largo plazo). En general, es en la etapa de auge por aceptación de la innovación (entre su irrupción y su madurez, cuando obtiene márgenes amplios y fija ventajas comparativas y barreras de entrada a sus rivales) cuando surge la tentación del monopolio. Las grandes firmas tecnológicas del siglo XXI, al igual que la industria ferroviaria del XIX o la banca del XX, controlan los precios y expulsan a los competidores; pero, como bancos y ferrocarriles, un día serán ramas de actividad madura (por legislación antitrust o por la competencia y saturación del mercado). Por ello, es de esperar algún tipo de evolución semejante que limite los abusos actuales del sector tecnológico.

(*) Presidente de Patrivalor

El ARTÍCULO COMPLETO EN LA REVISTA CONSEJEROS