E.On: el EBITDA ajustado de su negocio principal (excluida Turquía y la energía nuclear ) aumenta en 2022 un 11% anual hasta los 6.975 Bn€

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Santander Corporate & Investment | La utility alemana ha publicado unos resultados de 2022 que se encuentran en el extremo superior de sus previsiones, si bien no han resultado sorprendentes, dado que la compañía ya había avanzado algunos datos sin ajustar. El EBITDA ajustado del negocio principal (excluidas las actividades turcas y el negocio nuclear heredado del pasado) aumentó un 11% a/a, hasta 6.975 Bn€, y el EBITDA ajustado creció un 2% a/a, hasta 8.059 Bn€. La división de redes de energía registró un aumento del 9% en el EBITDA ajustado, hasta 5.459 Bn. E.ON tiene previsto invertir unos 26 Bn€ en activos de red para aumentar su base de activos regulados (BAR) a una tasa anual de crecimiento compuesto (TACC) de al menos un 8% de aquí a 2027, que situaría la BAR por encima de 46 Bn€. El equipo gestor prevé que el EBITDA de la división llegue a 6,0-6,2 Bn€ en 2023 y a 6,5-6.7 Bn€ en 2027, sin tener en cuenta el potencial alcista que pueda derivarse de la revisión regulatoria del coste de la deuda.

La división de soluciones para clientes logró un aumento del 13% a/a en el EBITDA ajustado, hasta EUR 1.686mn, a pesar de la complicada coyuntura de los mercados eléctricos, ya que E.ON gestionó eficazmente su cartera de aprovisionamiento y pudo repercutir costes a sus usuarios. El nivel de deudas incobrables sigue siendo muy bajo y el equipo gestor no lo encuentra preocupante. La compañía tiene previsto invertir cerca de 6 Bn€ en las áreas de soluciones de infraestructuras energéticas y venta minorista de energía durante 2023-27. El equipo gestor prevé que el EBITDA de la división de soluciones para clientes ascienda a 1,8-2,0 Bn€ en 2023 y a 2,3-2,6 Bn€ en 2027.

En la división no estratégica heredada del pasado, el EBITDA ajustado cayó un 33% a/a, hasta 1.084 Bn€, debido al abandono progresivo de la energía nuclear, aunque se lograron precios más elevados.

El efectivo procedente de las operaciones se disparó un 147% a/a, hasta 10.045 Bn, como resultado de las considerables oscilaciones del capital circulante, de las que se estima que aproximadamente 2 Bn€ revertirán en los próximos trimestres conforme disminuya la volatilidad del mercado. El flujo de tesorería positivo más el efecto de tipos de descuento más elevados sobre los pasivos por pensiones compensaron con creces las inversiones netas y los pagos de dividendos. De esta forma, la deuda económica neta se redujo en 6.031 Bn€, hasta 32.742 Bn€, mejorando el ratio deuda económica neta/EBITDA hasta 4,1x desde 4,9x en el ejercicio 2021, muy inferior al objetivo de un «factor de endeudamiento» de E.ON por debajo de 5x, su meta para una calificación «BBB/Baa fuerte». El perfil de vencimientos de la deuda de E.ON está bien estructurado.

Opinión de Research: En nuestra opinión, E.ON ha obtenido resultados sólidos y ha gestionado eficazmente su exposición al mercado por el lado de la oferta, algo que venía preocupándonos por la falta de una cobertura natural asociada a la generación de electricidad. Es probable que los sólidos ratios crediticios de E.ON se debiliten ligeramente durante el próximo año, a medida que sus niveles de deuda repunten algo tras la excepcional caída de la deuda observada en 2022, pero creemos que el grupo preservará un balance conservador, con amplia holgura hasta su objetivo de apalancamiento. Mantenemos nuestra recomendación Neutral y, del grupo de homólogos, consideramos que la curva de crédito de E.ON está en precio.