Renault reducirá su participación en Nissan del 43% al 15%, y Nissan invertirá en la nueva división de vehículos eléctricos del fabricante francés, Ampere

Renault_ Concesionario

Santander Corporate & Investment | Renault (Ba2 e, BB+ n) y Nissan han anunciado esta mañana que han llegado a un acuerdo para reestructurar su alianza, en virtud del cual Renault reducirá su participación en Nissan del 43% al 15%, y Nissan invertirá en la nueva división de vehículos eléctricos del fabricante francés, Ampere. Se prevé que Renault transfiera el 28,4% de su participación en Nissan, valorada en unos USD 4,1mm a la cotización actual, a un fondo fiduciario, y que las acciones se vendan cuando sea económicamente razonable, sin obligación de hacerlo en una fecha predeterminada. Ambas compañías mantendrán una participación cruzada del 15%, con una obligación de bloqueo, así como una obligación de mantenimiento del statu quo. La transacción aún está supeditada a la aprobación de los consejos de administración de las compañías.

Opinión de Research: La reestructuración de la alianza, en la que se lleva trabajando casi cuatro meses, tendrá implicaciones para ambas compañía, pero en nuestra opinión es improbable que provoque un evento de crédito. Nissan lleva años aspirando a un reparto más equilibrado del capital entre las compañías. Creemos que la incertidumbre asociada a una alianza renegociada ha pesado sobre los spreads durante la mayor parte de 2022, y cabe esperar que esta incertidumbre se alivie con el anuncio de hoy. Una reducción ordenada de la participación de Renault a lo largo del tiempo y una inversión de Nissan (aún por cuantificar) en el negocio de vehículos eléctricos de Renault previsiblemente eliminará la incertidumbre en torno al rating crediticio a corto plazo y resultarán positivas para los spreads de Renault. Al mismo tiempo, creemos que sería razonable que Nissan considerase recomprar una parte de la participación del 28% con el tiempo. A pesar de la reestructuración de la alianza, ambas compañías se han comprometido a mantenerla. En realidad, creemos que Renault y Nissan no pueden permitirse una ruptura. Ambos fabricantes de automóviles son demasiado pequeños por sí solos en un contexto global y necesitan ventajas de escala en las compras. Además, ya utilizan conjuntamente varias plataformas de producción y no tiene sentido separarlas. En nuestra opinión, Renault seguirá beneficiándose de su alianza porque la integración se ha reforzado desde 2014, con nuevos proyectos conjuntos en I+D, fabricación y logística, compras y recursos humanos, que están cobrando un impulso cada vez mayor, respaldando un coste unitario por vehículo más competitivo. Aunque la reestructuración de la alianza elimina un importante lastre para el crédito de Renault, mantenemos nuestra recomendación Neutral. Creemos que la elevada exposición de Renault al mercado de masas, de menor valor, hace que la compañía sea más susceptible a un potencial debilitamiento de la demanda a medida que los hogares empiecen a sentir el rigor de la inflación. Esta situación se ve agravada por una rentabilidad subyacente todavía mediocre, y deja menos holgura para absorber nuevos factores adversos que en el caso de sus pares. Además, seguimos pensando que la mejora más relevante para el negocio, es decir, la reducción del número de plataformas, no se producirá hasta mediados de la década como muy pronto.