S&P confirma el rating de EDF en BBB con outlook estable y retira el credit watch negativo

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Santander Corporate & Investment | S&P ha confirmado el rating de EDF (Baa1 n, BBB e, BBB+ e) en BBB con outlook estable y ha retirado el credit watch negativo. S&P considera que la probabilidad de contar con apoyo estatal, que ha elevado de «alta» a «muy alta», determinará cada vez más la solvencia de EDF. Este apoyo compensa la rebaja el perfil crediticio de EDF como compañía independiente (SACP) de «bb» a «bb-«. S&P señala que los problemas operativos de los reactores nucleares de EDF han reducido la generación de electricidad y, a pesar de los buenos beneficios generados en otras divisiones de la compañía, dichas complicaciones provocarán «enormes pérdidas y consumo de efectivo en 2022». El envejecimiento de las plantas y los problemas de corrosión bajo tensión en el parque nuclear nacional de EDF pesan en la visión que S&P tiene del perfil de riesgo de negocio y el SACP de la compañía. S&P prevé una fuerte recuperación del EBITDA en 2023 gracias al aumento de la producción y los precios de la electricidad y a un menor volumen de ARENH (Acceso Regulado a la Electricidad Nuclear Histórica). Se prevé que la deuda ajustada del grupo se acerque a EUR 100mm a finales de 2023 y que el ratio deuda neta/EBITDA llegue a 5x en 2023 y descienda a c.4,5x en 2024, a medida que mejore el EBITDA.

Opinión de Research: Nos parece acertada la rebaja por parte de S&P del SACP de EDF a ‘bb-‘, ya que refleja nuestra opinión de que la calidad crediticia del grupo es débil, debido en gran parte a los retos operativos de su envejecido parque nuclear y a la intervención realizada por el gobierno en 2022 en un intento por restringir las subidas del precio de la electricidad en Francia. El SACP de S&P contrasta claramente con la valoración crediticia base (BCA) de Moody’s de «baa3», que es (en nuestra opinión) considerablemente más optimista. Sin embargo, la elevación de cuatro escalones por apoyo soberano del rating de la deuda senior y el escalón único que se aplica ahora a su deuda subordinada nos parecen cada vez más difíciles de entender. En nuestra opinión, EDF es una compañía integrada intrínsecamente débil que recibe un rating de investment grade únicamente por la importancia crítica que reviste para la economía francesa, lo cual le vale un grado excepcional de implicación estatal (que no siempre ha sido positiva). Creemos que 2023 será importante para el perfil crediticio de EDF, ya que el nuevo presidente ejecutivo tendrá que presentar los resultados al cierre de 2022 y las perspectivas para 2023-24, exponer los avances logrados en las reparaciones del parque nuclear y revelar la estrategia y las políticas financieras del grupo bajo la propiedad exclusiva del Estado francés. Mantenemos nuestra recomendación Neutral para EDF por su papel vital en la economía gala y el consiguiente apoyo del Estado francés.