Stellantis reducirá su producción de Jeeps en China tras la dilosución de su JV

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Santander Corporate & Investment | Stellantis (Baa2 e, BBB e, BBB e) ha decidido reducir su producción de Jeeps en China con el cierre de algunas de sus fábricas en el país. Uno de los principales motivos del giro estratégico ha sido la disolución de la joint venture (JV) de Jeep con Guangzhou Automobile Group. Stellantis anunció en julio su intención de poner fin a la JV, alegando falta de avances en su plan para hacerse con una participación mayoritaria en la JV, que se declaró en quiebra a finales de noviembre. Stellantis ya no está interesada en seguir una estrategia de volumen para Jeep en China y optará, en cambio, por convertirse en una marca nicho en la región, a través de importaciones. Stellantis sigue fabricando modelos en China para otras dos de sus marcas, Citroën y Peugeot, mediante alianzas conjuntas, pero ahora cabe la posibilidad de que también se ponga fin a esas alianzas. Por el momento no se ha tomado ninguna decisión al respecto.

Opinión de Research: 

El cambio estratégico de Stellantis no hace sino poner de relieve los retos a los que se enfrentan los fabricantes extranjeros de automóviles en China. La decisión de abandonar China refleja la falta de avances en la región, que ha llevado a la compañía a optar por abastecer el mercado chino mediante la importación de vehículos Jeep. La compañía se centrará en una estrategia de importación «sin activos», alegando una interferencia creciente del gobierno, así como el aumento de la competencia de operadores locales. La decisión de suspender la producción en el país es un indicio de que los retos estructurales a los que se enfrentan los fabricantes de automóviles europeos en China no dejan de acentuarse. Al mismo tiempo, el cese de la producción de Stellantis en China limitará su presencia en uno de los pocos mercados en crecimiento del mundo, aunque en los últimos años las marcas locales chinas han lanzado vehículos mejorados y han acaparado más atención de los compradores locales. Este aumento de la competencia ha implicado presión para las marcas extranjeras, sobre todo en el caso de las que se dirigen al gran público y no compiten en el amplio mercado chino de coches de lujo. Vemos pocos indicios de que esta dinámica vaya a mejorar en el futuro. Además, la inversión necesaria para que Stellantis se ponga a la altura de las marcas chinas en auge, especialmente en el mercado de los vehículos eléctricos, que requiere mucho capital, sería considerable y su rentabilidad incierta, por lo que, a largo plazo, la decisión de Stellantis tiene sentido. De cara al futuro, creemos que la cuota de mercado y la rentabilidad de los fabricantes extranjeros seguirán bajo presión en China, en la medida que los operadores locales continúen desarrollando sus capacidades e intentando alcanzar economías de escala conforme se acelera el cambio hacia los vehículos eléctricos. Consideramos que el ascenso de los fabricantes de automóviles nacionales es el mayor reto estructural para mantener la cuota de mercado y la rentabilidad en el mercado chino.

Para contextualizar, las marcas de propiedad china representaron el 48% de las ventas de vehículos realizadas en el país entre enero y octubre de 2022. Ese porcentaje es superior al 44% de un año antes y al 38% de 2020. Aunque la disponibilidad de subvenciones para vehículos ha desempeñado un papel importante, otros aspectos más estructurales, como los cambios demográficos y las preferencias de los consumidores, han jugado a favor de las compañías locales más ágiles. Tenemos una recomendación Neutral para el crédito de Stellantis.