Intermoney | Los precios de producción alemanes de octubre que se volvían a contraer ayer por segundo mes consecutivo (-0,1%) y mostraban una evolución generalizada a la baja en los precios de casi todas las subpartidas que las componían.
La desaceleración en los precios de Alemania no es solo una cuestión de la normalización en los precios de la energía o las menores tensiones en la cadena de suministros pues los tonos sombríos sobre la demanda también pesan. En su boletín mensual, el Bundesbank apuntaba a que espera que la economía germana se contraiga nuevamente en el 4tr23, aunque se podría esperar una recuperación a principios de 2024. En base al banco, las tendencias en los pedidos entrantes sugieren que la demanda extranjera puede haber tocado fondo, mientras que la encuesta IFO sobre expectativas comerciales de las empresas ha mejorado recientemente. Esto hará que la publicación de los IFO de la presente semana sea incluso mas importante.
El Bundesbank también trataba la casuística de las cuentas del país explicando que no se debería de eludir las reglas fiscales, aunque sería justificable ampliar moderadamente la línea de crédito regular siempre y cuando el ratio de deuda esté por debajo del valor de referencia de Maastricht del 60% de la producción económica. El comunicado se produce después de que el tribunal superior de Alemania dictaminase que el uso de 60.000 M€ de ayuda pandémica para financiar proyectos enfocados al cambio climático contraviene la constitución. La decisión ha puesto en duda unos 770.000 M€ de financiación estatal para la economía. El tribunal explicaba que el alcance del fondo, que en agosto ascendía a 212.000 M€ para el período 2024 a 2027, ahora debe reducirse en 60.000 M€. Los fondos recaudados deben gastarse en el año en que fueron autorizados y el Gobierno no puede eludir estas reglas transfiriéndolos a un fondo fuera del presupuesto.
Los legisladores de la oposición germana argumentaron en su momento que al canalizar las autorizaciones de deuda hacia su Fondo de Transformación y Clima, conocido como KTF, la administración de Scholz violaba las reglas consagradas en la constitución que restringen el endeudamiento. El llamado freno de deuda de Alemania, creado tras la crisis financiera de 2008, limita la nueva deuda neta anual 35% del PIB, si bien se permiten excepciones para ayudar a hacer frente a desastres naturales y otras emergencias.