La Fed acudiría al rescate del mercado y proporcionaría liquidez suficiente si el crecimiento y el mercado laboral se tornaran a la baja

Edmond de Rothschild | Como se esperaba, la Fed mantuvo los tipos sin cambios. Jerome Powell  aseguró que los mercados tendrían que ser pacientes, ya que desde principios de año se había avanzado poco en el frente de la desinflación, y especialmente en el sector servicios. Aun así, los inversores se alegraron de que se descartaran nuevas subidas de tipos. Por lo tanto, aunque la política convencional de la Fed continúe, se ofreció cierta compensación ralentizando el ritmo del endurecimiento cuantitativo (quantitative tightening). Este Comité Federal (FOMC) parecía decirnos que la Fed había vuelto. En otras palabras, la Fed acudiría al rescate del mercado y proporcionaría liquidez suficiente si el crecimiento y el mercado laboral se tornaban a la baja.

Tendremos que ver datos económicos menos robustos para que se complete la última vuelta de la desinflación. Estados Unidos sigue fuerte, sobre todo el consumo interno. Sin embargo, el ISM manufacturero volvió a situarse en terreno negativo. El programa JOLTS mostró que el mercado laboral se estaba relajando realmente. Además, parece que la fase de las grandes dimisiones ha terminado, volviendo a los niveles anteriores a la crisis y haciendo que se reduzcan las nuevas ofertas de empleo.

En la eurozona, la combinación de crecimiento e inflación debería ayudar a que los recortes de los tipos de interés se produzcan antes.

Una encuesta de la Comisión Europea señalaba que los precios de venta seguían tendiendo a la baja, por lo que podríamos asistir a una mayor desinflación sin que el modesto crecimiento se viera afectado. Las encuestas de confianza empresarial, como los PMI y el IFO alemán, sugieren que la situación está mejorando.

Por otro lado, un alto el fuego en Gaza podría impulsar la desinflación al hacer bajar los precios del petróleo.

Seguimos vigilando de cerca el principal riesgo, es decir, el impacto de las posibles subidas de tipos. Pero la Fed querrá evitar un gran error de política monetaria en un año de elecciones presidenciales subiendo los tipos. En consecuencia, el entorno sigue siendo optimista para los activos de riesgo, y la renta variable en particular.

Estamos sobreponderando tácticamente la renta variable, ya que podría empezar a repuntar tras una temporada de beneficios alentadora.