Jeffrey Cleveland, jefe economista de Payden & Rygel | Los datos publicados hoy en Estados Unidos muestran que la inflación subyacente, que excluye de la cesta los componentes más volátiles de la energía, el alcohol y los alimentos, aumentó un +0,3% mensual en octubre. Antes de la reunión de diciembre, la Reserva Federal dispondrá también de los datos de la PCE subyacente, que debería situarse en torno al +0,2%, lo que allanaría el camino, en nuestra opinión, para otro recorte de 25 puntos básicos.
En el lado positivo, el impulso de los alquileres (+0,2% intermensual) y de los servicios básicos (+0,3% frente al +0,4% de septiembre) indica que algunas de las mayores presiones sobre los precios en EE.UU. se están ralentizando, superadas por el repunte de los vehículos y las prendas de vestir.
De cara al futuro, seguimos opinando que el resultado de las elecciones presidenciales no ha cambiado la trayectoria del PIB ni de la inflación de EE.UU. (al menos por ahora), que, por tanto, la Reserva Federal sigue en vías de recortar los tipos a un día hasta situarlos en torno al 3,5% a finales de 2025, y que el crecimiento de la economía estadounidense, junto con el recorte de los tipos, es un factor sumamente positivo para los activos de riesgo, como la renta variable y los sectores crediticios del mercado de renta fija. Mientras tanto, cabe señalar que los tipos pueden haber subido demasiado rápido debido a los temores fiscales que trajo consigo la elección de Trump.