La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha presentado su ‘Plan de simplificación de actuaciones supervisoras’ con el que quiere reducir –asegura que en hasta en un 50%- determinadas informaciones que deben suministrar las cotizadas españolas en sus reportes periódicos al organismo. Su intención es aplicar todas las medidas en el primer trimestre de 2026.
La CNMV pretende derogar circulares obsoletas, reducir el alcance y la frecuencia de la supervisión en áreas que considera de bajo riesgo y a automatizar ciertas tareas para agilizar plazos y optimizar recursos, sin que todo ello tenga impacto en la protección del inversor.
El plan tiene 31 medidas, de las que 18 buscan reducir la documentación exigida, para «evitar duplicidades», y mejorar los procedimientos de envío y gestión de información. Otras medidas se destinan a agilizar los plazos de tramitación y a mejorar la eficiencia en los procedimientos y a facilitar los sistemas de envío y gestión de la información.
CNMV quiere agilizar el procedimiento de inscripción de entidades, generalizar la aplicación del procedimiento simplificado en las actualizaciones de los folletos o la gestión de expedientes defectuosos. En las opas, la CNMV eliminará la obligatoriedad de traducción al español de determinadas informaciones. También admitirá firmas electrónicas de terceros países en autorizaciones de nuevas entidades y procedimientos de no oposición y omitirá consultas a supervisores de países no europeos en las evaluaciones de idoneidad de accionistas.
La CNMV ha pedido a la Secretaría General del Tesoro que instrumente los cambios normativos correspondientes y se ha abierto a la incorporación de nuevas iniciativas.



