El peligroso riesgo de las exuberantes perspectivas de Nvidia

Peter Garnry (Saxo Bank) | El Gobierno de EEUU podría alterar el repunte de la inteligencia artificial (IA) en la Bolsa estadounidense ya que está considerando ampliar los controles de exportación sobre los chips de IA a China establecidos en octubre de 2022. Las últimas cifras de Nvidia muestran que China fue, con diferencia, el mayor impulsor de su aumento de ingresos debido a que las empresas tecnológicas chinas están luchando por alcanzar a las estadounidenses en tecnología IA. La ampliación de los controles de exportación es el mayor riesgo para las exuberantes perspectivas de Nvidia presentadas en mayo, por lo que los inversores deberían considerar su exposición en este momento.

El gobierno de Biden sopesa nuevas restricciones a los chips de IA                  

El Gobierno de EEUU está considerando ampliar los controles de exportación de chips de IA relacionados con China, según el Wall Street Journal. Pretende limitar la capacidad de China para alcanzar a EEUU en tecnología de IA y utilizar chips avanzados de IA en aplicaciones militares. La decisión se tomaría a principios de julio.  

China es el motor clave de las perspectivas de Nvidia                                     

Las posibles nuevas restricciones a la exportación son clave para el sentimiento del mercado, ya que el repunte de la renta variable estadounidense, impulsado por la IA, ha sido uno de los principales motores del rendimiento este año. Las sólidas perspectivas de Nvidia presentadas en sus resultados del primer trimestre del ejercicio fiscal han disparado las expectativas de beneficios a 12 meses para el sector tecnológico S&P 500. 

Nvidia perdió un 12% en Bolsa en cuatro sesiones después de que el pasado 7 de octubre la administración Biden introdujera los primeros controles sobre la exportación de tecnología avanzada estadounidense de IA y semiconductores a China, es decir, los chips A100. Los inversores repararon entonces en que alrededor del 26% del negocio de Nvidia se veía directamente amenazado por la nueva política.

La compañía encontró una solución para poder exportar chips de IA a China que estuvieran dentro de los límites de la nueva normativa. Los chips A800 y H800 para el mercado chino  sustituyeron a los exitosos A100 y H100. Las cifras de ingresos geográficos de Nvidia que pueden encontrarse en sus archivos 10-K revelan que los ingresos procedentes de China aumentaron un 67% intertrimestral en el trimestre anterior, coincidiendo con el lanzamiento de los nuevos chips. Todo apunta a que la gran demanda de los A800 y H800 obedece a que las empresas tecnológicas del gigante asiático están luchando bajo las órdenes del Gobierno de Pekín para ponerse a la altura de las estadounidenses en el campo de la IA. El hecho de que el Departamento de Comercio de EEUU esté considerando cambiar las normas de exportación sugiere que el Gobierno estadounidense también ha captado esta tendencia y se está preocupando por lo que significa para el liderazgo de EEUU en tecnología de IA.  

La posibilidad de que se apliquen nuevas restricciones es, con mucho, el mayor riesgo para los accionistas de Nvidia: los requisitos de licencia para los chips relacionados con la IA afectarían significativamente a los resultados financieros de forma negativa. Esto podría desinflar el repunte de la IA porque desencadenaría reducción de exposición y recogida de beneficios por parte de los gestores de fondos de inversión en todo el sector tecnológico estadounidense.

Nvidia no puede escapar del juego de la fragmentación

El mundo ha entrado en el juego de la fragmentación, dinámica geopolítica centrada en la idea de desproteger las cadenas de suministro mundiales, que es una extensión de la guerra comercial que la administración Trump inició en 2016. Si la tecnología de IA es el vector tecnológico más importante durante la próxima década, Nvidia se verá obligada a adherirse estrictamente a las políticas industriales y de seguridad nacional de EEUU relacionadas con la tecnología de IA. Los inversores con fuertes ganancias en Nvidia y en las empresas tecnológicas estadounidenses en general deberían considerar la posibilidad de reducir el riesgo de sus carteras recortando su exposición.