La tarea de la Fed sigue siendo muy difícil pese a la desaceleración de la inflación

Paolo Zanghieri

Paolo Zanghieri (Generali Investments) | Los precios de la energía y de las materias primas siguen siendo los principales impulsores de la inflación, por lo que la flexibilización de la inflación general del IPC, aunque reduce los temores de movimientos demasiado agresivos por parte de la Fed, no supone un cambio de juego para la política monetaria. La desaceleración de la tasa subyacente es un indicador tentativo de que podemos habernos acercado al pico de la inflación, pero los alquileres siguen aumentando a un ritmo muy acelerado y pasará tiempo antes de que el enfriamiento de los precios de la vivienda afecte a este componente clave de la cesta de consumo. Así que el descenso a una tasa de inflación razonable llevará meses.

A pesar de estas noticias moderadamente buenas, la tarea de la Fed sigue siendo muy difícil: las muy positivas cifras de empleo de la semana pasada y los continuos signos de crecimiento salarial muestran que el mercado laboral sigue un patrón de crecimiento extremadamente positivo. Los limitados y tímidos avances en el frente de la inflación visibles en los datos que acaban de publicarse no son suficientes para que la Fed pivote hacia un ritmo de normalización mucho menos agresivo. Nuestra línea de base sigue siendo una subida de 50 puntos básicos en septiembre, con cierto riesgo de otro movimiento de 75 puntos básicos como en julio.