Las turbulencias en los mercados alteran la calma veraniega

Philipp E. Bartschi 2_JSS SAM

Philipp E. Bärtschi (J. Safra Sarasin Sustainable AM) | La liquidación de las operaciones de carry trade y la preocupación por la economía estadounidense han provocado una fuerte corrección del mercado. Desde JSS Sustainable AM, mantenemos nuestro posicionamiento neutral.

¿Qué ha ocurrido en las últimas semanas?

No ha sido un acontecimiento aislado lo que ha desencadenado la corrección del mercado, sino más bien una cascada. En primer lugar, el yen japonés ya había subido desde mediados de julio a la espera de una subida de tipos por parte del Banco de Japón (BOJ) que llegó el pasado 31 de julio. El repunte del yen ha provocado una liquidación parcial de las denominadas «operaciones de carry trade», que a su vez han impulsado la venta de acciones estadounidenses, especialmente en el sector tecnológico. El carry trade consiste en obtener préstamos a bajo coste en yenes e invertir los beneficios en activos de mayor rentabilidad, como el dólar.

En segundo lugar, los decepcionantes datos del sector manufacturero europeo y de Estados Unidos, junto con un informe sobre el mercado laboral estadounidense por debajo de las expectativas y el aumento del desempleo, desencadenaron una corrección del mercado de renta variable el pasado viernes. El deterioro de la economía estadounidense se interpretó como un indicio de que la Fed es demasiado restrictiva y debería haber bajado los tipos antes.

En tercer lugar, la temporada de resultados empresariales del segundo trimestre: los resultados de los «7 magníficos» no fueron tan positivos como el trimestre anterior, ya fuera por las decepciones en los datos actuales o por sus perspectivas futura. Además, los analistas consideraron cada vez más preocupantes los aumentos de capex relacionados con la IA.

¿Cuál es nuestro análisis?

La magnitud del carry trade y la cuantía de su corrección no pueden medirse directamente, pero la volatilidad de la renta variable, que ya es mucho menor (el VIX ha bajado un 65% desde su máximo del lunes), puede considerarse una señal de que las preocupaciones de los inversores han remitido. Además, ayer, el vicegobernador del Banco de Japón, Ushida, indicó que no subirán los tipos de interés si los mercados son inestables, lo que también reconforta un poco a los inversores.

No hay que dar demasiada importancia a los datos aislados sobre la economía estadounidense, ya que los datos sobre el empleo podrían haberse visto distorsionados por el huracán Beryl. Estamos de acuerdo en que la economía se está ralentizando y en que los riesgos han aumentado, pero la última previsión de la Reserva Federal de Atlanta sobre el PIB, de ayer, sigue indicando un crecimiento del PIB del 2,9% en el tercer trimestre, por lo que aún no se prevé una ralentización importante.

En general, preferimos una cartera de alta calidad, ya que el riesgo de una recesión en Estados Unidos ha aumentado en las últimas semanas y los mercados deberían seguir siendo volátiles a corto plazo. Además, la valoración de la renta variable sigue por encima de las medias a largo plazo, por lo que aún no está barata y la renta fija parece, sin embargo, tener un precio ajustado.

¿Cuál es nuestro posicionamiento?

En previsión de una mayor volatilidad en otoño, redujimos el riesgo de la renta variable en nuestras carteras en junio y de nuevo a mediados de julio, cuando recortamos nuestra exposición a neutral. Al mismo tiempo, aumentamos nuestra asignación a la renta fija a neutral. Estos ajustes de mediados de año tuvieron un efecto positivo en los rendimientos durante las recientes turbulencias que ha sufrido mercado. En este contexto, nos sentimos bastante cómodos con una asignación neutral, ya que es probable que la volatilidad siga siendo elevada en las próximas semanas.