Los bonos corporativos globales siguen siendo atractivos, especialmente a largo plazo

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Natalie Trevithick (Payden & Rygel) | A pesar de algunas dudas recientes, debido a los altos rendimientos y a que los tipos de interés siguen siendo buenos, el sector de la renta fija corporativa mundial sigue siendo atractivo para los inversores, especialmente a largo plazo.

Entre los factores clave que impulsan los rendimientos figuran los fundamentales, que se están beneficiando de la resistencia de la economía mundial, mientras que los costes de los intereses siguen siendo muy bajos para los financieros corporativos, incluso después de la subida de tipos. Los altos niveles de inflación en Europa y EE.UU. también contribuyen a la solidez de los márgenes.  

Los factores técnicos también parecen resistentes, gracias a un flujo constante de inversiones en renta fija alimentado por unos rendimientos atractivos, mientras que las valoraciones siguen siendo justas, a pesar de la caída de los diferenciales y el aumento de la demanda. 

Por clases de activos, el interés por las empresas con grado de inversión es mayor que el de los bonos de alto rendimiento, siendo este último un segmento más fragmentado con oportunidades de revalorización en el extremo más arriesgado del mercado. Además, la duración media de 3-4 años, mucho más corta que la del grado de inversión, no permite beneficiarse de los recortes de los tipos de interés y de los menores rendimientos de la deuda pública. 

Por último, el potencial de exceso de rentabilidad juega a favor de diversificar parte de la cartera de renta fija mundial de bonos soberanos a bonos corporativos, ya que los bonos corporativos estadounidenses a 1-30 años ofrecen 80 puntos básicos de rentabilidad incremental, mientras que los corporativos mundiales ofrecen unos 50 puntos básicos. A pesar de la volatilidad y la ampliación de los diferenciales, mantener la cartera en bonos corporativos globales puede ser, por tanto, la elección correcta.