Bankinter | La tasa general del IPC continuó su tendencia a la baja hasta situarse en un crecimiento del +6,0% interanual en febrero, en línea con las expectativas y registrando su nivel más bajo desde septiembre de 2021. De este modo, la inflación general ya acumula un descenso de 3,1 p. p. desde el pico alcanzado en junio de 2022. En términos mensuales, la inflación general fue del +0,4%, una décima inferior al registro de enero (+0,5%), pero niveles que siguen superando el promedio de los últimos seis meses (+0,3%). Por componentes, destacó la caída del 0,6% en los precios energéticos, ante el notable descenso en los precios del combustible (-7,9% intermensual) y del suministro del gas (-8,0%). Por el lado de las alzas, los precios de los alimentos crecieron un +0,4% mensual y continúa la aceleración en el precio de los servicios (+0,6% mensual vs. +0,5% anterior), en particular en los alquileres (+0,8%) y en el transporte (los billetes aéreos subieron un +6,4%). Con este comportamiento, la contribución a la inflación se centra en los servicios que explicaron un 4,2 p.p. de la tasa general (el 70% de la inflación). Frente a ello, la inflación de los bienes no-energéticos ya solo contribuye en 0,2 p.p. a la tasa general. En conjunto, estos datos aportaron pocas novedades, confirmando que la inflación se modera por el efecto base y el freno de los precios de la energía, pero que las tensiones inflacionistas por el lado de los componentes subyacentes siguen siendo elevadas y por ello apunta a que la Fed seguirá subiendo tipos en el corto plazo.

Siguiendo con datos de Estados Unidos, ayer conocimos la confianza de las pymes, que superó las expectativas al repuntar en febrero hasta el 90,9 desde el 90,3 anterior. Un dato que apunta a un freno del deterioro de la confianza de la economía interna.