Lagarde, Powell y Bailey coinciden en que los bancos centrales son data dependent

Foro de bancos centrales de Sintra (2023)

Bankinter | Tras el panel de política monetaria con Lagarde (BCE), Powell (Fed), Bailey (BoE) y Ueda (BoJ), se mantuvieron los mensajes de las últimas reuniones, como esperado. Lagarde, Powell y Bailey han recordado que los bancos centrales son data dependent, que toman decisiones “reunión a reunión” y que sus trabajos no están aún terminados. Lagarde se ha referido a una subida en julio como bastante probable, pero no ha dado guías para la reunión de septiembre. Powell ha recordado que, a pesar de la pausa en la última reunión, el diagrama de puntos de la Fed muestra subidas de tipos de +50pb adicionales.

Y Bailey ha referido que, así como espera el mercado, quedan subidas al BoE hasta que termine el ciclo. Los tres banqueros centrales han mostrado su preocupación con una inflación que sigue elevada y pegajosa. Para que el BCE considere hacer una pausa, Lagarde necesita de ver la tasa subyacente ralentizando de forma clara. Powell divide el problema de la inflación en 3: (1) inflación de Bienes; (2) inflación de Servicios de Viviendas; y (3) inflación de Servicios ex-Viviendas. Su preocupación es con la tercera parte, donde el empleo tiene un papel importante. Para la Fed, controlar la inflación implica llevar el mercado laboral hacia el equilibrio. Aunque esto no signifique un repunte en el paro debido a la elevada ratio de vacantes de empleo por parados. Por su parte, Bailey ha reconocido que también tiene de convivir con un mercado laboral apretado. Sin embargo, no lo atribuye al Brexit, pero sí a la caída en la población activa durante la pandemia, que no ha recuperado tan rápido como en otras geografías. Ueda era excepción entre los cuatro y ha defendido la política monetaria ultra laxa del BoJ con una inflación subyacente que sigue por debajo del objetivo de los 2%. El banquero central espera una inflación al redor de +1,8% en 2023 y +2,0% en 2024. Así, Ueda ha admitido que la política monetaria japonesa podría cambiar en el próximo año, si sus proyecciones si confirman. En definitiva, ha sido un evento sin sorpresas, en lo cual los banqueros centrales han mantenido el tono del mensaje de las recientes reuniones.