Una inflación al 2% requerirá un largo camino a la Fed: apunta un 3,6% este año, 2,6% en 2024 y 2,1% en 2025

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Intermoney | Lo mismo podíamos decir de la actualización de las previsiones del cuadro macro. Las proyecciones económicas no son necesariamente una hoja de ruta para la política y están sujetas a cambios. De hecho, han estado cambiando de un trimestre a otro. Las proyecciones apuntan a una inflación en el 3,6% este año, una décima más de lo previsto en diciembre. En 2024 se moderará (2,6%), pero no será hasta 2025 cuando se alcance el objetivo (2,1%). La Fed espera que la desaceleración continúe y estiman un crecimiento del PIB del 0,4% este año, una décima menos. El mercado laboral se sigue mostrando muy resistente, prevén un enfriamiento
con una tasa de desempleo del 4,5%, frente al 3,6% de febrero.

El proceso de hacer que la inflación vuelva a bajar al 2% requiere un largo camino, es más complejo de lo que a los bancos centrales les gustaría y es probable que sea accidentado. Los altos precios suponen hacer frente a dificultades significativas al conllevar costes claros, pero a sabiendas de que los costes de mantener la inflación en tasas altas son aún mayores; una ideal real que la Fed no se cansa de transmitir. Es por ello que, a pesar de las dudas que se ciernen sobre la banca, la Fed no hincará la rodilla aun en su batalla con los precios. Esta idea se sustentaba en un comunicado en el que se variaba el lenguaje, pero no el hilo argumental. Ahora los aumentos no serán “continuos”, pero seguirá siendo necesario “algún endurecimiento adicional”. Luego, el banco seguirá muy atento a los riesgos de inflación utilizando las herramientas de tipos para hacerle frente, al tiempo que el balance servirá para abordar el problema de la estabilidad financiera.