A pesar de las alzas de las rentabilidades de los bonos, las tasas reales siguen siendo negativas y eso siempre es positivo para la renta variable

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | La principal cita del día, la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, fue determinante en el comportamiento que tuvieron ayer tanto los mercados de renta fija como los de renta variable europeos e, incluso, los estadounidenses. 

Así, y tal y como anticipábamos en nuestro comentario de ayer que podría suceder, el BCE anunció que aumentará el ritmo de compras de activos bajo el paraguas de su programa de compra de activos de emergencia contra la pandemia (PEPP) durante el próximo trimestre, en respuesta al reciente repunte de las rentabilidades de los bonos a largo plazo. En su comparecencia en rueda de prensa, la presidenta del Consejo de Gobierno del BCE, la francesa Lagarde, dejó claro que el banco central no se siente “nada a gusto” con el reciente repunte de las rentabilidades de los bonos soberanos a largo plazo en la Eurozona, repunte que achaca a un efecto contagio por lo que está ocurriendo en Estados Unidos, donde las expectativas de inflación y crecimiento han aumentado con fuerza últimamente, ya que el alza de tipos podría llegar a poner en peligro las condiciones financieras en la Zona Euro. En ese sentido, señalar que Lagarde calificó la misma de “movimiento indeseado” cuando la economía europea lucha por recuperarse y se encuentra aún en medio de la crisis. Además, Lagarde volvió a insistir en que el repunte que se espera que experimente la inflación en la región en los próximos meses será coyuntural –el BCE revisó sensiblemente al alza sus expectativas de inflación para 2021, aunque éstas continuaron lejos del objetivo de cerca del 2% establecido por la institución– y volvió a insistir en que los tipos de interés se mantendrán a los niveles actuales o a niveles inferiores hasta que se alcance el objetivo de inflación. Por último, Lagarde confirmó que la economía de la Eurozona se volverá a contraer en el 1T2021, entrando de esta forma nuevamente en recesión técnica, al empalmar dos trimestres consecutivos de contracción intertrimestral. 

Tras el comunicado del Consejo de Gobierno del BCE, y antes de la intervención de Lagarde, la reacción de los mercados fue inmediata: los precios de los bonos subieron con fuerza y, por consiguiente, sus rentabilidades descendieron significativamente, especialmente las de largo plazo y las de los países de la periferia del euro, lo que dio lugar a un estrechamiento de las primas de riesgo de estos países. En las bolsas, los valores de crecimiento, entre ellos los tecnológicos y los de energías renovables, que ya venían al alza desde primera hora del día, intensificaron sus ganancias, mientras que los bancos fueron el sector más penalizado. Cabe destacar el buen comportamiento de las utilidades, muchas de las cuales a precios actuales ofrecen elevadas rentabilidades por dividendo. Este sector suele competir con los bonos por el favor de los inversores. También tuvieron un buen comportamiento los valores relacionados con el ocio y el turismo, con las materias primas minerales y con materiales, valores que en las sesiones precedentes habían sufrido las tomas de beneficios por parte de los inversores. Todo ello facilitó un nuevo cierre alcista de los índices europeos. 

En Wall Street el “efecto BCE” también se dejó notar, con los valores de “momento” y de “crecimiento” reaccionando con fuerza al alza, mientras que otros valores/sectores más ligados al ciclo económico como los financieros, entre ellos los bancos, los de la energía o los industriales, quedaban algo rezagados. En este mercado tres de los cuatro principales índices, el Dow Jones, el S&P 500 y el Russell 2000, cerraron marcando nuevos máximos históricos, mientras el Nasdaq Composite, que recientemente ha entrado en fase correctiva, se quedó un 5% por debajo de sus recientes máximos históricos. 

Hoy esperamos que las bolsas europeas abran sin tendencia definida, con los valores de crecimiento, especialmente los tecnológicos, liderando los mercados, siguiendo de esta forma la estela dejada ayer por este tipo de valores en Wall Street y esta madrugada en las principales plazas asiáticas. Entendemos que la “intervención” del BCE en los mercados de bonos y el hecho de que en Estados Unidos dos emisiones de bonos del Tesoro muy “temidas”, una a 10 años y otra a 30 años, hayan resultados exitosas, debe servir para calmar de momento a los mercados de bonos. En ese sentido, debemos destacar que, a pesar de las recientes alzas de las rentabilidades de muchos bonos, las tasas reales siguen siendo negativas y eso siempre es positivo para la renta variable. 

Por lo demás, comentar que finalmente ayer a última hora el presidente de Estados Unidos, Biden, sancionó la ley que regula el nuevo programa fiscal que por importe de $ 1,9 billones había aprobado el Congreso estadounidense, únicamente con el apoyo demócrata. Además, ayer Biden anunció que todos los estadounidenses mayores de edad podrán ser elegibles para vacunarse contra el Covid-19 a partir del 1 de mayo. Precisamente en el apartado de vacunas contra el Covid-19 ayer hubo buenas noticias, ya que se dieron a conocer los resultados de la última fase del ensayo clínico de la vacuna que está desarrollando Novavax, que fueron muy positivos. Todo parece indicar que en unos meses se dispondrá de una nueva vacuna, lo que debe servir para agilizar el proceso de inmunización en la Unión Europea (UE), que por el momento sigue “dejando mucho que desear”. En ese sentido, señalar además que ayer la Agencia Europea del Medicamento (EMA) respaldó la vacuna contra el Covid-19 desarrollada por Janssen, filial de la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson, ya que considera que es segura, de calidad y eficaz contra el Covid-19. Ahora será la Comisión Europea (CE) la que deba emitir una licencia de uso de esta vacuna en la Unión Europea (UE). El problema es que, como viene siendo la tónica habitual en la región, las vacunas de Johnson & Johnson tardarán todavía semanas en estar disponibles para su uso en los países de la Unión Europea (UE).