Las bolsas asiáticas cierran con fuertes descensos; los futuros de los europeos y estadounidenses marcan fuertes caídas y el precio del oro y del petróleo suben con fuerza

Ucrania-Rusia

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión que fue claramente de más a menos, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron ayer a la baja, con los segundos sufriendo fuertes descensos. 

Así, y al terminar la jornada en Europa el Dax alemán entró en fase correctiva, al haber cedido más del 10% desde su último máximo, fase en la que el Ibex 35 lleva desde comienzos del pasado mes de diciembre. Además, el resto de los principales índices bursátiles de la región se quedaron casi todos muy cerca de entrar también en corrección técnica. En Wall Street los fuertes descensos que experimentaron ayer los principales índices hicieron que el S&P 500 y el Nasdaq Composite profundizaran en su corrección, con el segundo a las puertas de entrar en mercado bajista –descenso de más de un 20% desde su último máximo–, mientras que el Dow Jones se quedó a unas décimas de entrar en fase correctiva. Tal y como vienen los futuros de ambos índices esta madrugada, es muy posible que el Nasdaq Composite entre al final del día en mercado bajista y el Dow Jones en corrección técnica. 

Este fuerte deterioro técnico de los mencionados índices tiene su origen, principalmente, en el radical cambio de postura de los principales bancos centrales ante la alta inflación, factor que los ha llevado a modificar drásticamente su hoja de ruta y a acelerar la retirada de estímulos monetarias. Bien es cierto que en las últimas semanas la crisis ucraniana “ha ayudado” mucho a intensificar los descensos en las bolsas occidentales, siendo ayer la principal razón del giro a la baja que se dieron los mercados. Así, y tras un comienzo positivo de sesión, en la que los inversores apostaban porque la intervención rusa en Ucrania sería limitada y que, por ello, las sanciones de las principales potencias occidentales también lo serían, las noticias que llegaron desde Ucrania, con el Gobierno del país declarando el estado de emergencia, comenzando a movilizar a los reservistas y llamando a sus ciudadanos a abandonar Rusia de inmediato ante la posibilidad de una inminente invasión del país a gran escala por parte del ejército ruso, “obligaron” a estos mismos inversores a admitir que el estallido de una guerra en Ucrania era ya un hecho irremediable, como se ha podido comprobar en las últimas horas, lo que les llevó a reducir posiciones de riesgo a marchas forzadas, penalizando por ello el comportamiento de la renta variable. 

En este sentido, destacar que, en un discurso televisado a la nación, el presidente ruso, Putin, informó que había dado órdenes de lanzar una operación militar especial en la región ucraniana de Donbas, recientemente autoproclamada república independiente, tras la petición de ayuda de los líderes de las dos regiones separatistas del este de Ucrania controladas por Rusia. De esta forma se cumple “a pies juntillas” la hoja de ruta que había diseñado Putin para justificar la invasión de Ucrania que, además, había venido siendo “telegrafiada” por la inteligencia occidental. 

La reacción a esta noticia de los distintos tipos de activos esta madrugada no se ha hecho esperar: las bolsas asiáticas han cerrado con fuertes descensos; los futuros de los índices europeos y estadounidenses marcan fuertes caídas; el precio del oro y del petróleo suben con fuerza, con el segundo habiendo llegado a superar por momentos en su variedad Brent los 100 dólares el barril, algo que no hacía desde 2014; y los bonos ejerciendo su papel de refugio, con sus precios al alza y sus rentabilidades a la baja. 

Si bien es cierto que la historia apunta que los mercados de valores suelen recuperase con fuerza y presentan importantes avances un año después del inicio de conflictos bélicos, en esta ocasión entendemos que el principal problema no es tanto la guerra que se ha iniciado en Ucrania –sin duda alguna es y será un drama humanitario, como todas las guerras, sino el impacto que este conflicto puede terminar teniendo en el mercado de la energía y, por tanto, en la inflación. Esta variable puede terminar penalizando seriamente la recuperación económica, llevando a los mercados a tener que afrontar un escenario de bajo crecimiento y alta inflación. Entendemos que el margen de maniobra de los bancos centrales para hacer frente a este escenario, de cumplirse, es muy limitado, y eso es lo que realmente nos preocupa. 

En principio, hoy apostamos por un inicio de sesión claramente bajista en las bolsas europeas, que se irán “moviendo” al son que marquen las noticias que sobre el conflicto ucraniano y sobre las potenciales sanciones de la comunidad internacional a Rusia se vayan conociendo.