Tres formas en que debe cambiar la industria energética y qué significa para los inversores

Transición Energetica en Europa

Mark Lacey (Schroders) | Es bien sabido que la transición energética -el paso de los combustibles fósiles a las energías renovables- debe producirse urgentemente para salvar al planeta de los nefastos efectos del cambio climático. Pero ¿qué significa esto para la industria energética? En nuestra opinión, ésta debe experimentar tres cambios estructurales para reducir las emisiones de carbono.

Descarbonización de la generación de energía

La producción de electricidad debe ser menos intensiva en carbono; de hecho, para que el mundo cumpla el objetivo de los 2ºC fijado en el Acuerdo de París, el sector energético deberá descarbonizarse «prácticamente por completo» de aquí a 2050, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Esto significa que la cuota de energía generada a partir de energías renovables tiene que aumentar. Se calcula que pasará del 20% al 80% en 2050, a medida que se realicen esfuerzos de descarbonización. La mayor parte de este aumento procederá de la energía eólica, solar y de pequeños reactores moleculares.

Pero este crecimiento no tiene en cuenta que la población crecerá de aquí a 2050, probablemente hasta los 9.500 millones de habitantes para entonces. También se prevé que el consumo de energía crezca en torno al 4% anual.

¿Qué significa esto? Que las energías renovables podrían ocupar una parte aún mayor de la producción de electricidad. Si a esto añadimos que las energías renovables son ahora más baratas que el carbón y el gas en dos tercios del mundo, hay argumentos de peso para afirmar que habrá cada vez más demanda de energías renovables de aquí a 2050.

Electrificación del uso de la energía

En la actualidad, la mayor parte de la energía que consumimos no es electricidad, sino gas para calentar los hogares (sobre todo en Europa Occidental y Norteamérica) y petróleo para propulsar los vehículos. Sin embargo, nuevas políticas en todo el mundo están empezando a impedir el uso de combustibles fósiles en la producción de energía y el transporte, lo que significa que los vehículos eléctricos van a ser cada vez más frecuentes. De hecho, los índices de utilización de los vehículos eléctricos ya están empezando a aumentar. A medida que esto ocurra, la cuota de la electricidad en el consumo final de energía pasará del 20% al 45% en 2050.