Baño de realidad

Ana Racionero (Intermoney) | Las esperadas declaraciones de Christopher Waller se producían ayer con el mercado europeo ya cerrado, y en nada diferían de la que está siendo la tónica habitual en el discurso de los banqueros centrales cuando advertía de que el mercado se habría “pasado de frenada” en su cálculo de los recortes de tipos, ahondando en el movimiento de ventas de renta fija y variable. Los UST se desplomaban, ampliando el “Atlantic Spread”, y el consiguiente aumento de las rentabilidades, junto con la creciente aversión al riesgo, continuaban impulsando al USD frente a las principales divisas en su mayor “rally” en los últimos diez meses. Las apuestas del mercado a una bajada de tipos por parte de la FED en marzo han caído desde pasado viernes de un 80% a un 56%. Poco antes que Waller, Simkus, del BCE, se había declarado mucho menos optimista que el mercado en cuestión de bajadas de tipos, haciendo que éste dejara de descontar por completo, por primera vez desde finales de noviembre, una bajada de tipos en la Eurozona en abril, y retrasara esa certeza hasta la reunión de junio. También Muller tildaba de agresivas las expectativas de recortes de tipos del mercado.

La renta variable asiática vivía otra jornada negra con pérdidas generalizadas tras unos datos económicos chinos desalentadores, especialmente los precios de las viviendas nuevas, que registraban su mayor caída desde 2015, y las ventas minoristas. El volumen de negocio récord de los ETF chinos alimentaba las especulaciones sobre compras por parte de los fondos estatales. La fuerte revalorización del USD elevaba hoy el USDJPY por encima de 148.

La vieja Europa despertaba de un plumazo con fuertes caídas de los futuros tras el dato de inflación británico superior a lo esperado, con un incremento de los precios en diciembre del 0.4% desde el anterior -0.2%, vs 0.2%, un 4% en términos interanuales desde el 3.9% previo vs 3.8%, un 5.1% vs 4.9% la subyacente y un 6.4% vs 6.1% la de servicios, demostrando, una vez más, que los caminos de la inflación son inescrutables. Los precios minoristas también superaban en una décima las previsiones, con un 0.5% mensual y un 5.2% anualizado. La única alegría venía de la mano de los precios de producción, inferiores a las encuestas en todas sus categorías. A esa misma hora tenía lugar la intervención de Christine Lagarde en Davos, en la que, si bien admitía que, a falta de grandes “shocks”, el BCE habría alcanzado su pico de tipo de interés y veía factible que baje tipos en verano, se mostraba contundente en cuanto a que no se podrá cantar victoria hasta que la inflación se mantenga de forma sostenible en el 2%, y alegaba que el excesivo optimismo de los mercados no estaría ayudando a alcanzar ese objetivo. Poco después, Knot comentaba que los mercados estarían adelantándose en su cálculo respecto de los recortes, y que la senda de bajadas marcada por ellos podría ser contraproducente. Añadía que el BCE ha de ver un descenso de los salarios antes de proceder a bajar tipos, y que espera una corrección en las apuestas del mercado. Vasle por su parte declaraba que las apuestas sobre rebajas en primavera son absolutamente prematuras. Villeroy reiteraba que es prematuro decir cuándo bajará tipos el banco central. La Eurozona revalidaba su lectura de IPC provisional de diciembre, con un 2.9% anualizado, un 0.2% mensual y un 3.4% subyacente.

Para echar más leña al fuego, las ventas minoristas estadounidenses registraban su mayor subida en tres meses, reduciendo más aún las apuestas de bajadas de tipos y provocando más ventas de bonos y de bolsa que elevaban la rentabilidad del UST a dos años hasta el 4.35%. La producción industrial superaba asimismo las estimaciones y se mantenía, con un 0.1%, en terreno positivo. A las 20.00 horas cet tendrá lugar la publicación del libro beige de la FED.

Entretanto, la ley de gasto de E.E. U.U. para evitar el cierre del gobierno ya ha superado el primer obstáculo en el Senado.

El precio del petróleo sigue retrocediendo ante la revalorización del USD, la aversión al riesgo y un panorama económico menos halagüeño, y el WTI llegaba hoy a tocar un mínimo al 70.50, aunque las buenas ventas minoristas hacían que recuperase hasta el 71.70 al cierre europeo.

El aumento de las rentabilidades, considerablemente mayor en la parte frontal de las curvas, daba lugar a un aplanamiento de éstas.