BCE: Cuarta bajada consecutiva de 25 puntos básicos

José Ignacio Arenzana (Instituto Español de Analistas) | En la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) celebrada hoy se ha decidido reducir en 25 puntos básicos el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito, tipo de interés que guía la orientación de la política monetaria.

Tras esta bajada el tipo de interés de depósito se sitúa en el 3,00% y se mantienen los diferenciales que se fijaron en la reunión de septiembre entre éste y el tipo de interés principal de financiación y el del tipo de interés marginal de crédito.

La evolución de los tipos de interés de política monetaria de la zona del euro se refleja en el gráfico siguiente.

Esta es la cuarta bajada consecutiva de 25 puntos básicos desde el punto de inflexión en la política de tipos de interés del pasado mes de junio. El recorte de 25pbs coincide con las estimaciones de la mayor parte de analistas. Sin embargo, en esta ocasión y hasta hace pocos días, más de un analista comentaba que la debilidad de algunos indicadores y la contención de la inflación podría abrir la puerta a una bajada de 50bps.

El mercado no ha reaccionado a la comunicación del BCE, lo que confirma que la bajada y revisión de datos macro de la nota de prensa coincide en líneas generales con lo esperado.

El BCE con alguna salvaguarda parece reconocer que la inflación está controlada: “La mayoría de los indicadores de la inflación subyacente sugieren que la inflación se estabilizará de forma sostenida en torno al objetivo del Consejo de Gobierno del 2 % a medio plazo. La inflación interna ha descendido, pero sigue siendo elevada, principalmente porque los salarios y los precios en algunos sectores están aún ajustándose a la fuerte subida anterior de la inflación con un retraso considerable.

Como viene siendo habitual el BCE insiste en la dependencia de datos: “El Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2 % a medio plazo, y aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria. En particular, las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos.”

En el gráfico siguiente se aprecia la evolución de la inflación de la zona euro y de EE.UU. desde mayo del año 2022. Se observa en línea con lo esperado, un ligero repunte en el dato más reciente de la inflación general europea que en noviembre se situó en el 2,3% frente a 2,0% en octubre y 1,7% en septiembre. En EE.UU. el dato de noviembre (2,7%) está también en línea con lo esperado. Asimismo, la tendencia en EE.UU. también ha sido de ligero ascenso frente a los meses de septiembre (2,4%) y octubre (2,6%) coincidiendo en gran medida con las expectativas.

De un tiempo a esta parte observamos como se va consolidando el decoupling de las economías de la UE y de EE.UU.  En septiembre de 2024 se rompió la tendencia de estrechamiento del diferencial de los bonos a 10 años de EE.UU. y Alemania que venía produciéndose desde abril de 2024. Esta ampliación parece confirmar el distanciamiento cada vez más evidente del crecimiento y las necesidades de estímulo monetario de ambas zonas.

A medio plazo el «Overnight Index Swaps” de la zona euro descuenta una bajada de tipos gradual y sostenida a lo largo de los próximos meses, o lo que es lo mismo, de momento el mercado descuenta que el control de la inflación seguirá por buen camino. Dicho indicador anticipa 5 bajadas más en 2025 que llevarían los tipos hasta el rango 1,8-2,0%.

A continuación, se facilita la actualización del BCE del cuadro de previsiones macroeconómicas (entre paréntesis la previsión anterior del mes de septiembre 2024):

Esta actualización mantiene las proyecciones de IPC y de inflación subyacente prácticamente intactas. Sin embargo, el BCE vuelve a reducir a la baja en una décima las perspectivas de crecimiento.