La dependencia de las materias primas rusas va más allá del petróleo y el gas natural: níquel, paladio, platino, trigo, maíz,…

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Intermoney | Cabe señalar en que la cierta tranquilidad de fondo que se respiraba en el mercado se debe a que Occidente está pasando de puntillas sobre la cuestión de las materias primas, pues necesita las suministradas desde Rusia.

La UE no puede sustituir en el corto plazo los suministros energéticos rusos ya que, en un ejercicio de normalidad, como lo fue 2019, el 46,7% de los combustibles sólidos, el 41,1% del gas natural y el 26,9% del petróleo que importó provino de Rusia. Unas cifras que están sesgadas al alza por Alemania, dado que, por ejemplo, en 2021, el 42,83% de las exportaciones de gas natural de España procedieron de Argelia frente al 8,91% que provino de Rusia; cifra que también fue reducida en lo que se refiere al petróleo ya que sólo el 4,6% del que compró nuestro país en el año pasado fue ruso. 

La anterior realidad explica que, más allá de la paralización de la aprobación del gaseoducto Nord Stream 2, las sanciones de la UE a Rusia tuvieran una componente cosmética al ser más limitadas que las estadounidenses e ir dirigidas a 351 miembros del parlamento ruso y 27 personas y entidades acusadas de socavar la soberanía de Ucrania. 

Para desgracia de Occidente, la dependencia del mundo de las materias primas rusas va más allá de la energía. Por ejemplo, Rusia es el tercer mayor productor de níquel del mundo; metal que ayer cerró con una revalorización de sólo el 0,56%, aunque después de alcanzar valores no vistos desde 2011 al alcanzar los 25.135 $ por tonelada, después de repuntar algo más de un 18% en lo que llevamos de año. Rusia también es el segundo productor mundial de platino, aunque a mucha distancia de Sudáfrica que explica casi el 70% de la producción mundial. Por otro lado, en lo referente al paladio, que se ha encarecido un 23,4% en lo que va de año, Rusia es el gran dominador mundial con algo más del 40% de la extracción global. 

No obstante, existe un ámbito en el que las tensiones que afectan a Ucrania y Rusia pueden acabar por ser todavía más importantes y éste son los precios del trigo. En el caso de esta materia prima, dependemos de una cuestión difícil de predecir como es el impacto del tiempo en las cosechas de otros importantes productores, si bien esto no evita que históricamente estemos ante dos de los mayores exportadores del mencionado trigo. En concreto, Rusia es el principal exportador de este cereal al explicar casi el 20% de su comercio mundial; cifra que ronda el 30%, si también tenemos en cuenta las exportaciones de Ucrania. Además, en conjunto, Rusia y Ucrania también explican el 19% de las exportaciones mundiales de maíz y el 80% de las relativas al aceite de girasol. De forma que el actual conflicto puede tener efectos desestabilizadores sobre los precios globales de ciertas materias primas alimenticias que resultan vitales, justo en un momento en el que ya asistimos a altas tasas de inflación. Por ejemplo, en lo que llevamos de año, el trigo se ha encarecido en un 8,7%, si bien la clave de sus precios ya empieza a estar en cuál será la próxima cosecha en el hemisferio norte. 

Luego, aunque siempre se centren las miradas en el petróleo y el gas natural, las tensiones vinculadas con Rusia tienen la capacidad de desestabilizar otras materias primas vitales. No obstante, la energía es la que manda en el mundo y Putin lo sabe, lo cual le llevaba a enfatizar el refuerzo de las inversiones en el sector del gas natural y a declarar: “Estamos convencidos de que es de interés común mundial el hecho de garantizar que la transición energética no se convierta en un medio para promover los intereses políticos y económicos de los actores individuales y, además, no vaya acompañada de sanciones u otras restricciones”

Por el momento, Occidente se cuida de articular sanciones que afecten a la energía rusa y el barril de WTI se sitúa por debajo de 92$, cuando el martes llegó a tocar los 96$, si bien el precio del gas natural cotizado en el Reino Unido se ha encarecido un 8,35% en lo que llevamos de semana. Ahora bien, en este punto, no debemos de perder de vista que la clave del actual conflicto radica en si Occidente se atendrá a negociar con Rusia un nuevo marco de seguridad para Europa. De no hacerlo, la actual crisis persistirá o se cerrará en falso y lo segundo implica que estaríamos ante un conflicto enquistado que equivaldría a una bomba de acción retardada.

Por lo tanto, en lo referente a la energía, los mayores problemas podrían estar por llegar en Europa y explotarían en el próximo invierno, pues sin unos suministros rusos abundantes, seguramente, no habría margen de acción para rellenar las reservas de gas natural antes de que éste llegue