La FED habla demasiado

MFS Investment Management | En nuestra opinión, cuanto más prolongado sea el horizonte temporal, menos debería importar lo que hagan los bancos centrales. A corto plazo, los bancos centrales suelen ser el único recurso disponible, como sucedió el año pasado. En el próximo ciclo del mercado, creemos que los bancos centrales no tendrán tanto protagonismo como en el pasado.

Los mercados se centrarán en los fundamentales a largo plazo, en la solidez de los beneficios, en la dinámica de crecimiento y en otros factores, y menos en los tipos, la inflación y los bancos centrales. Si bien los bancos centrales tuvieron una gran incidencia el año pasado, la volatilidad se produjo cuando los mercados tuvieron que reajustar unas hipótesis erróneas, a saber, que la inflación sería temporal.

La Fed se dio cuenta de que iba por detrás de la curva. La mitad del problema, a nuestro juicio, es la cantidad de comentarios procedentes de la Fed que dan lugar a hipótesis erróneas, lo que crea volatilidad. Hubo un periodo en el que la Fed no era tan transparente. Ahora se comparte más información, el mercado trata de digerirla y a veces se equivoca en sus interpretaciones. Cuando el mercado se equivoca, la volatilidad se dispara. Y ello contribuye al ruido a corto plazo en el que se basan las decisiones de los inversores.

Resulta más complicado discernir qué es ruido y qué es información importante y relevante.

Renta fija: sectores más y menos atractivos

Hemos pasado algún tiempo en Europa y el crédito europeo con calificación investment grade nos parece bastante atractivo. Los diferenciales se han corregido bastante. El panorama en Europa está mejorando. Los fundamentales microeconómicos han empezado a repuntar, lo que es bastante positivo. Aunque el BCE sigue apostando por el endurecimiento, es probable que esté llegando al final del ciclo de restricciones, lo que nos parece favorable para la duración.

Gran parte de esto ya se refleja en esa curva. Si lo tenemos todo en cuenta (valoraciones, fundamentales en mejoría y BCE cerca del fin de las subidas de tipos), creemos que las estrellas están alineándose para el crédito europeo con calificación investment grade. Además, comparativamente, la deuda corporativa europea con calificación investment grade es más atractiva desde una perspectiva de valoración que la estadounidense. No obstante, ahora el segmento con calificación investment grade de EE. UU. ofrece un rendimiento inicial del 5%. Presenta una buena duración si los tipos bajan, los factores técnicos son favorables y los fundamentales se revelan buenos.

Aunque el alto rendimiento reviste menos atractivo que la deuda estadounidense con calificación investment grade, estamos identificando oportunidades en el alto rendimiento. Sin embargo, vemos muchos bonos con falso rendimiento, empresas que se han mantenido a flote gracias a los estímulos de la Fed y que pueden incurrir en impagos. En vista de estos riesgos, la selección de valores cobra vital relevancia, puesto que el coste de elegir la empresa equivocada es elevado. En 2022, asistimos a una demanda agregada que era demasiado elevada y los bancos centrales se esforzaron por reducirla. Para resolver el problema de las empresas fallidas que han sobrevivido demasiado tiempo, debe reanudarse la selección natural.

El coste medio ponderado del capital para las empresas del índice S&P 500 registró el aumento más elevado en cuatro décadas en 2022. Algunas empresas no serán capaces de asumir ese coste más alto, lo que a buen seguro se revele importante para los mercados de riesgo. El coste del capital podría subir todavía más si entramos en recesión y los diferenciales de los precios del mercado tienden al alza. Para volver a emitir deuda, el coste sería incrementalmente más elevado. Repetimos que creemos en la importancia de la selección de valores y la gestión activa. Si bien la nueva emisión tuvo un arranque fuerte, no anticipamos que marque nuevos récords este año, en especial si aumenta el coste del capital. Y esto nos lleva de nuevo a la selección de valores. Si no se emiten tantos bonos, la posibilidad de obtenerlos en el mercado secundario o en el mercado primario se convierte en una ventaja para empresas como MFS®.

En conjunto, creemos que la renta fija ofrece atractivo tanto en términos absolutos como relativos frente a otros activos