Marta Alarcón: “Las mutualidades podrían ser un aliado ideal
 en la puesta en marcha del macrofondo de pensiones público”

Marta Alarcón

Manuel Moreno Capa | “Las mutualidades son un vehículo idóneo para el desarrollo de la previsión social complementaria, tanto en la previsión colectiva como en la individual. Sus peculiares características, como la ausencia de ánimo de lucro y los bajos costes de gestión, las convierten en un instrumento fundamental, tanto en el desarrollo de la empresa, como en el sector de los trabajadores autónomos. En este sentido, las mutualidades podrían ser un aliado ideal en la puesta en marcha del macrofondo de pensiones y convertirse en un gran actor de este segundo pilar” subraya Marta Alarcón, nombrada recientemente vocal independiente en el consejo de la Mutualidad de la Abogacía. 

A qué responde la reciente fusión entre la Mutualidad de la Abogacía y la de la Ingeniería?

Responde a la necesidad de garantizar la sostenibilidad y la perdurabilidad del sistema alternativo del mutualismo. Como la mayor mutualidad del sector, con gran distancia sobre la siguiente, la Mutualidad de la Abogacía tiene un plus de responsabilidad en este sentido, y así se pone de manifiesto con esta operación. La fusión de ambas entidades supone que a los 205.000 mutualistas de la abogacía se unan los 700 alternativos de la Mutualidad de Ingenieros para que se constituya una sociedad mercantil que permitirá gestionar los productos financieros de un gran número de mutualistas no alternativos de la Mutualidad de la Ingeniería.

¿Cuál es su opinión sobre las reformas en el sistema de pensiones que propugna el renovado Pacto de Toledo?

El acuerdo alcanzado en el Pacto de Toledo es una buena noticia para la sociedad. La curva demográfica está provocando un incremento en el gasto de las pensiones y una caída en las contribuciones que se está convirtiendo en una asignatura pendiente para todos los gobiernos. Este acuerdo consigue establecer los cimientos para trabajar en la necesaria reforma del sistema público de pensiones, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer. Además, debido a las circunstancias actuales, los problemas que ya mostraba el sistema se están agravando. Esto pone de manifiesto que, si aspiramos a un sistema de pensiones sostenible, debemos promover este cambio con más urgencia si cabe.

Calcular la pensión sobre lo mejor de la vida laboral sin duda será una mejora importante para la generación de los sesenta, la que ya se aproxima a la jubilación tras vivir dos grandes crisis en los últimos tiempos…

Efectivamente, para quienes nacimos en los sesenta es muy positivo porque muchas personas de esta generación han visto reducidas sus rentas al salir del mercado laboral o tener que optar a puestos de trabajo peor remunerados  Ahora bien, también hay que ver la otra cara de la moneda y esta medida implica un mayor gasto por pensiones a financiar, lo cual no hará más que incrementar el déficit de la Seguridad Social. Por contra, a esta generación también le toca enfrentarse a un retraso en la edad de la jubilación. 

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