Socorro Fernández Larrea: «Todos los mercados vecinos llevan días en máximos. Las reglas del mercado eléctrico son iguales en toda Europa, y no las van a cambiar»

Socorro Fernández Larrea, consejera de Red Eléctrica

Almudena Díez | Entrevista a Socorro Fernández Larrea, consejera de Red Eléctrica, Banco Caminos y Cementos Molins, y presidenta de OFG Telecomunicaciones. ¿Cómo le explica al consumidor que en el sistema puedan existir esas fluctuaciones tan bruscas en el precio de la luz que inciden directamente en su bolsillo?
Pues muy fácilmente, diciendo la verdad, si se quiere. El problema surge porque el precio de la energía se convierte siempre en un arma política bien para hacer daño al de enfrente o bien para colgarse medallas frente al votante. Si el ciudadano supiera cómo se construye realmente el recibo de la luz no haría caso ni se dejaría llevar por estos cantos de sirena. Aunque haya mucha bronca política alrededor del tema, lo cierto es que las reglas del mercado son iguales en toda Europa, todos los mercados vecinos llevan también días en máximos, y la Comisión Europea no va a cambiar estas reglas de juego porque entiende que el actual sistema de fijación de precios es el más eficiente. Si analizamos cómo se construye el precio de la luz, partiendo de la base de que hay un mercado de la energía en el que participan generadores y grandes consumidores y comercializadoras, el precio final aplicable al volumen total de energía gestionada es el del ultimo tramo gestionado; es decir, si este corresponde al de una energía más barata, como son nuclear o renovable, será bajo, mientras que si estas tecnologías no consiguen cubrir toda la demanda y se necesita tirar de energías mas caras, que son las que emplean combustibles fósiles, el precio será superior. Ahora bien, partiendo de esta base, si ya entramos a analizar la causas de las subidas que estamos padeciendo en los últimos meses en toda Europa…

Sí, por favor, explíquenos.
Pues lo primero es que el precio del gas se ha disparado en los mercados internacionales, por el triple efecto de: los recortes por parte de Rusia y un invierno frío en Asia y Europa que ha vaciado las reservas. Por el frenazo de las inversiones en nuevos proyectos gasistas por el sobrecoste que suponen los compromisos ambientales, y por el aumento de la demanda asiática. Si tenemos en cuenta el uso del gas como tecnología de respaldo, entenderemos su influencia en la enorme subida del precio de la energía eléctrica, que en un reciente informe del Banco de España se cifra en un 50%. La segunda razón es la decisión de Bruselas de recortar los derechos de emisión del CO₂ que ha elevado su precio en el mercado europeo; eso acaba repercutiendo en el precio de la energía que requiere de su emisión para ser generada, lo que según el informe aludido, explicaría el 20% de la subida. La tercera razón es la ola de calor en toda Europa, que ha supuesto un aumento de la demanda, lo que en cualquier mercado hace subir el precio si no aumenta la oferta. Y cuarta, que la oferta de energía generada baja en este periodo del año por la menor producción eólica típica de los meses con mas anticiclones. Estas circunstancias podrían tener unos efectos mucho menores con la nueva instalación de capacidad renovable prevista; en el futuro, la transición ecológica puede dar lugar a una bajada muy importante en el recibo de la luz. Y otra cosa a tener en cuenta para entender porque en España la energía puede llegar a ser más cara es, precisamente, porque somos una isla energética: estamos en un mercado donde prácticamente solo consumimos lo que producimos nosotros, no nos podemos aprovechar de las sinergias de un mercado global, no podemos comprar ni vender en otros mercados de energía los excedentes baratos, porque no tenemos suficientes interconexiones con el mercado europeo.

¿Y no es posible crear una política energética común?
Si, pero a nivel nacional se necesitaría un consenso que yo hoy por hoy veo difícil de alcanzar, por muy necesario que sea en esta y otras materias, y, a nivel europeo, para que pudiéramos beneficiarnos nosotros, tendríamos que estar suficientemente interconectados con el resto del continente. Europa es consciente de que buena parte de su competitividad está precisamente en disponer de una política energética común. Y aunque se ha avanzado mucho en esto en los últimos años, seguimos sin estar suficientemente interconectados físicamente. Con Francia se han hecho interconexiones recientes a través de los Pirineos, y ahora mismo está en marcha un gran proyecto impulsado con fondos europeos que discurre por el Golfo de Vizcaya hasta Francia. El problema es que los intereses no son los mismos: a España nos interesa mucho más que a ellos esa interconexión dado que Francia no es una isla, está hiper-conectada con el resto de Europa.

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