La victora de Biden podría provocar una oleada de ventas en el sector bancario

Biden

Fidelity | El exvicepresidente Joe Biden se ha impuesto en las elecciones estadounidenses, pero el resultado en el Senado no se conocerá hasta enero. A pesar de las demandas y reclamaciones que ponen en duda la integridad de los comicios, podemos ya evaluar qué supondrá una presidencia de Biden.

Sin mayoría en el Senado, los estímulos presupuestarios y el endurecimiento de la regulación del sector tecnológico que se barajaban serán más comedidos y se reducen las probabilidades de subidas de impuestos y grandes inversiones en infraestructuras. Sin embargo, el gasto en energías renovables podría aumentar a medida que la nueva administración ponga el foco en el cambio climático y regrese al Acuerdo de París.

La postura de confrontación con China probablemente se mantenga, aunque podría suavizarse ligeramente. Tanto EE.UU como China apuestan por relocalizar el empleo, lo que seguirá sosteniendo el crecimiento de la productividad. El avance de la COVID-19 y los tratamientos relacionados siguen siendo temas acuciantes y la relación de poderes entre la Casa Blanca y el Congreso será determinante y repercutirá en la agenda del gobierno.

Bajo estas líneas, los analistas de Fidelity International comentan las implicaciones de una amplia victoria Demócrata en el sector de servicios financieros, aunque la composición final del Congreso podría alterar algunos de estos efectos.

Fondos inmobiliarios cotizados – Beneficiados por las posibles subidas de impuestos y las restricciones a las recompras de acciones

El resultado electoral es moderadamente positivo para el sector de los fondos inmobiliarios cotizados (REIT) estadounidenses. La subida del impuesto de sociedades aumentaría el atractivo relativo de los REIT, que no pagan impuestos federales sobre los beneficios. Un cuestionamiento de las recompras de acciones también elevaría el atractivo de los REIT, que no recompran cantidades importantes de acciones. Y si finalmente se aprueban estímulos presupuestarios, sobre todo gasto en infraestructuras, la inflación podría subir, lo que tiraría a la baja de los tipos de interés reales y sería beneficioso para las valoraciones de los inmuebles terciarios.

Sin embargo, el plan “Caring Economy” de Biden, que fomenta los cuidados infantiles y la atención a la tercera edad, se financiaría con la eliminación de la denominada “1031 exchange”, que permite a los inversores diferir las plusvalías sobre las operaciones inmobiliarias aptas. Eso aumentaría las cargas fiscales de las operaciones inmobiliarias, lo que reduciría los volúmenes y contendría la revalorización de los precios. Los inversores que vendan acciones de un REIT deberían ser capaces de seguir difiriendo las plusvalías si el vehículo los retribuye con acciones en lugar de efectivo usando una estipulación específica de la legislación tributaria. Eso ayuda a los REIT a tener una ventaja competitiva a la hora de pujar por adquisiciones.

Los subsectores de inmuebles de uso sanitario también podrían sufrir los efectos; por ejemplo, los propietarios de oficinas de uso médico se beneficiarían si una ampliación de la ACA aumenta las visitas a las consultas y acelera el trasvase desde los hospitales hacia centros para enfermos menos graves, mientras que la demanda de superficie de laboratorio podría descender si se pone más el foco en el precio de los medicamentos y eso se traduce en una reducción del gasto en I+D de las biofarmacéuticas.

Bancos – La victoria podría provocar una oleada de ventas en previsión de nuevos estímulos

Una victoria de Biden con control Republicano del Senado podría provocar un breve episodio de fuertes ventas en los bancos, ya que los programas de estímulos probablemente queden descafeinados y resulten más difíciles de aprobar. Con el paso del tiempo podrían mejorar su evolución a medida que la economía se recupere y disminuya la probabilidad de subidas sustanciales de los impuestos a las empresas. Aunque el entorno normativo podría volverse más estricto, las conversaciones sobre trocear a los grandes bancos —un acontecimiento extremo— probablemente ni se planteen.

Otras cuestiones que podrían surgir con una administración Biden son el endurecimiento de los requisitos de capital y unas pruebas de resistencia más exigentes. Una gestión más exigente de los dividendos, que obligue a los bancos a aumentar los balances durante las crisis y restrinja el apalancamiento, también reduciría las rentabilidades para los accionistas de los bancos.

La Reserva Federal asimismo podría tratar de poner en marcha el colchón antíclico, que se ha mantenido en el 0% desde que se incorporó a la ley Dodd-Frank. Una Oficina de Protección al Consumidor de Productos Financieros (CFPB) reforzada sería un riesgo para los proveedores de servicios financieros especializados, como las entidades que conceden préstamos de estudios. Los Demócratas también quieren unas normas de deber fiduciario más estrictas para los asesores financieros que incluyen la responsabilidad en demandas colectivas. Eso afecta menos a Merrill Lynch y Morgan Stanley, ya que sus asesores son en su mayor parte fiduciarios.

Seguros – El escenario de reflación daría impulso a las aseguradoras de vida

La magnitud de la victoria de Biden es crucial para la interpretación que hagan los mercados financieros sobre las consecuencias del resultado para el sector asegurador. El control Demócrata del Senado se vería como reflacionista en previsión del aumento de los rendimientos, lo que elevaría las curvas y estrecharía los diferenciales de deuda corporativa. Esto sería especialmente beneficioso para las aseguradoras de vida y este grupo debería destacar en este entorno. La subida del impuesto de sociedades impactaría directamente en los beneficios, pero este efecto se podría compensar parcialmente con el consiguiente impulso a los ratios de capital.

En cuanto a la regulación, las aseguradoras de vida se enfrentan al riesgo de que el gobierno introduzca normas fiduciarias más estrictas para la venta de productos minoristas, pero eso podría compensarse con los esfuerzos para aumentar el ahorro salarial y con el crecimiento de la demanda de pólizas con ventajas fiscales.