Chris Iggo (AXA IM) | Las perspectivas parecen favorables para que continúe el sólido comportamiento de los activos de riesgo. En renta variable, las expectativas de beneficios siguen siendo fuertes. Para el S&P 500, el crecimiento esperado del beneficio por acción a 12 meses es ahora del 14,4 %, frente al 11,1 % de mayo. Según el Institutional Brokers’ Estimate System (IBES), que agrega las previsiones de los analistas de renta variable, las estimaciones de crecimiento han aumentado en Estados Unidos, Europa, Japón y los mercados emergentes a lo largo de 2025. Si el panorama de tipos se mantiene estable, como sugieren los mercados, y los múltiplos no varían en exceso, los retornos bursátiles deberían alinearse con las expectativas de crecimiento de los beneficios. Esto coincide con lo que parece ser el consenso general.
Existe el optimismo habitual de que este será “el año de Europa” en términos bursátiles, respaldado por las perspectivas de crecimiento y los planes de gasto de Alemania. La rentabilidad total del índice Euro Stoxx ha superado el 23 %, batiendo al S&P 500 y al Nasdaq estadounidenses, algo que solo ha ocurrido el 25 % de las veces en los últimos 20 años. Para que vuelva a suceder, o bien el crecimiento de los beneficios en Estados Unidos debe revertirse, o el crecimiento de los beneficios en Europa debe acelerarse a un ritmo que parece poco probable dado el entorno macroeconómico, o bien debe producirse una compresión de múltiplos entre los mercados bursátiles europeo y estadounidense. La vía más probable para ello sería un deterioro del consenso macroeconómico en Estados Unidos.



