El cuádruple vencimiento de los contratos de futuros y opciones incrementará mucho los volúmenes de contratación y la volatilidad

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión que fue de más a menos, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron ayer con significativos descensos, muy cerca de los niveles mínimos del día. De esta tendencia generalizada se desmarcó claramente el Ibex 35, que cerró ligeramente al alza, apoyado en el buen comportamiento del sector bancario. En ese sentido, señalar que ayer se habló mucho en el mercado de la posibilidad de que el Legislativo modifique en su trámite parlamentario el nuevo impuesto sobre la banca diseñado por el Gobierno para evitar de este modo un choque frontal con el BCE, al que este tipo de gravámenes no gustan, ya que lastran la capacidad del sector de ejercer como cadena de transmisión de sus políticas monetarias, más aún en un escenario de evidente desaceleración económica en el que tanto empresas como particulares van a necesitar financiación.

Cabe destacar que durante la jornada las pérdidas en las bolsas europeas se aceleraron a medida que los principales índices de Wall Street fueron cediendo terreno. En este último mercado volvió a “entrar en juego” la paradoja de que “las buenas noticias económicas son malas para los mercados”. Así, tanto las peticiones iniciales de subsidios de desempleo semanales como las ventas minoristas, estas últimas no de manera tan convincente, sorprendieron positivamente a los analistas, superando sus expectativas, lo que, según interpretan muchos inversores, da más margen a la Reserva Federal (Fed) para ser agresiva en su proceso de retirada de estímulos monetarios, concretamente a la hora de incrementar sus tasas de interés de referencia. De hecho, las últimas cifras macro publicadas en Estados Unidos, entre ellas las del IPC de agosto, han provocado una revisión al alza de las expectativas de muchos inversores sobre hasta dónde subirá sus tipos de interés oficiales la Fed, expectativas que ahora están más cerca del 4,5% que del 4% de hace una semana. Este hecho ha provocado que los rendimientos de los bonos del Tesoro a corto plazo, concretamente el del bono con vencimiento a 2 años, haya experimentado un fuerte repunte en los últimos días, que lo ha situado a su nivel más elevado desde 2007. De hecho, está siendo este repunte de los rendimientos de los bonos lo que más daño está haciendo a la renta variable occidental en las últimas sesiones, especialmente a los valores de crecimiento, como los tecnológicos, cuyas valoraciones teóricas sufren mucho cuando se disparan al alza los tipos de interés.

Otro gran damnificado de la sesión de ayer fue el precio del crudo, que llevaba varios días al alza. Si el miércoles la agencia Bloomberg filtraba que la administración Biden había alcanzado una especie de acuerdo con los productores estadounidenses por el que comenzaría a rellenar sus reservas estratégicas de petróleo, actualmente a su nivel más bajo desde 1984, consecuencia de la decisión del Gobierno estadounidense de poner en el mercado 1 millón de barriles al día durante seis meses para evitar que el precio de esta materia prima subiera más, cuando el precio del petróleo WTI cayera por debajo de los $ 80 el barril, ayer esta noticia fue desmentida por una nueva filtración de otro funcionario, que aseguraba que no se había establecido un precio mínimo. La fuerte corrección experimentada ayer por el precio del petróleo, consecuencia de este “tejemaneje comunicativo” del Ejecutivo estadounidense, lastró en bolsa el comportamiento de las compañías del sector, tanto en Europa, donde también tienen que hacer frente a la amenaza de nuevos impuestos por sus “resultados extraordinarios”, como en Wall Street, convirtiéndose el sector en el que peor se comportó durante la sesión.

Hoy esperamos que el negativo cierre de ayer de Wall Street y el hecho de que los futuros de los índices estadounidenses estén en negativo provoquen una apertura a la baja de las bolsas europeas, en una sesión que vendrá marcada por el cuádruple vencimiento de los contratos de futuros y opciones sobre acciones e índices, lo que se conoce popularmente como “la hora bruja”. Este acontecimiento suele condicionar mucho el comportamiento del mercado de contado, incrementando drásticamente los volúmenes de contratación y la volatilidad en los mismos. Intentar sacar conclusiones del estado real de las bolsas en días como el de hoy es un error. Habrá, por tanto, que esperar hasta la semana que viene, en la que los inversores tendrán como principal referencia la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), días 20 y 21, y del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE), el jueves 22, para poder determinar cuál es la tendencia que adoptan los mismos en el corto plazo. Lo que “hagan y digan” ambos bancos centrales entendemos que será clave en este sentido.