La banca corporativa del Santander realza la alta calidad de los resultados del grupo. El 27 de octubre ya destacamos en Consenso del Mercado la superación de las expectativas que se esperaban para el Santander en sus resultados del tercer trimestre.

Superación de expectativas tanto en margen de intereses, como en margen bruto, margen neto y beneficio neto. Si ahora analizamos en detalle lo que ha conseguido el grupo, mercado por mercado, en los nueve primeros meses de 2020, podemos concluir que la diversificación de sus negocios y su amplia difusión geográfica es, en estos momentos de gran crisis mundial en toda la banca comercial, clave para conseguir unos resultados que pueden ser tachados de alta calidad. Y, dentro de ellos, se alza con luz propia al tercer trimestre la División Santander Corporate & Investment Banking (SCIB), cuyo margen neto ha subido un 38% y su beneficio ordinario, un 30%.

El cuadro adjunto detalla, con datos en euros constantes (es decir, sin considerar las oscilaciones de tipos de cambio de divisas en los distintos países, que no dependen de la gestión de una empresa), cómo ha beneficiado el modelo de negocio del Banco Santander a sus cifras totales: la agrupación de las filiales por continentes y el refuerzo de los negocios globales transversales (SCIB y Santander Wealth Management & Insurance) permite que unos y otros se compensen para equilibrar las crisis cuando se producen en alguna parte de su modelo. De este modo, Europa ha soportado una caída del margen neto del 6% y una bajada en el beneficio ordinario del 44% hasta septiembre, pero los márgenes han seguido siendo positivos tanto en Norteamérica (+1%) como en Sudamérica (+6%) y en el negocio global de banca privada y gestión de activos (+4%).