El sistema bancario de EEUU sigue siendo vulnerable a pesar de la aparente estabilización de las bases de depósito

first-republic-bank-1554546

Santander Corporate & Investment | Las inesperadas pérdidas trimestrales reportadas ayer por NY Community Bancorp (NYCB) como consecuencia de la necesidad de dotar provisiones para su cartera inmobiliaria y los mayores exigencias de financiación mayorista, y el anuncio de la consiguiente drástica reducción en el reparto de dividendos del banco, provocaron un efecto mariposa en el mercado presionando sobre todo el sentimiento hacia los bancos estadounidenses de tamaño medio. La cotización del banco se desplomó (-38% al cierre de la sesión) y el índice KBW Regional Banking registró el peor comportamiento desde la caída de Silicon Valley en marzo del año pasado, según Bloomberg.

En nuestra opinión, los resultados de NYCB publicados ayer ponen de manifiesto varias de las dificultades a las que algunos de los bancos se tendrán que enfrentar por la exposición a segmentos con mayor riesgo por naturaleza (como el sector inmobiliario, sobre todo algunos de sus segmentos más volátiles, que está abocado a sufrir en un entorno de tipos de interés más altos), por la mayor concentración del crédito (no sólo por sectores, sino también por acreditados en relación con el tamaño crítico de algunos bancos) y por las necesidades de financiación. En este contexto, estamos vigilando de cerca todo impacto de los posibles cambios en la normativa estadounidense relativa a la implantación final de las normas de Basilea IV y los debatidos cambios en las normas para bancos con bases de activos superiores a los USD 100mn (es decir, los de las categorías III y IV) para situarlos en igualdad de condiciones con los grandes bancos.

Como comentamos en nuestro informe sobre bancos europeos «Perspectivas de crédito para los bancos europeos para 2024: de nuevo ante un año clave» publicado el 30 de octubre, seguimos vigilando de cerca el posible efecto contagio sobre el sistema bancario europeo provocado por eventuales acontecimientos negativos en el mercado bancario estadounidense, teniendo en cuenta la vulnerabilidad que seguimos viendo en el sistema bancario de EE.UU. a pesar de la aparente estabilización de las bases de depósito desde el rescate de First Republic en mayo de 2023. Los episodios de tensión bancaria de 2023 demostraron la rapidez con la que los acontecimientos que afectan a la confianza del mercado en Estados Unidos pueden trasladarse a las condiciones de financiación de mercado que son sensibles a la confianza de los bancos de otras jurisdicciones, sobre todo los bancos europeos, incluso aunque generalmente no estén directamente expuestos de forma significativa a las fuentes de riesgo que afectan a los bancos estadounidenses.