Santander | ESTRATEGIA: El mercado de crédito europeo post-Trump 2.0. ¿Tipos más bajos, crecimiento más bajo?… nueva oleada del inversor para hacer “lock-in”, spreads estables. De momento, el escenario “goldilocks” para los mercados de crédito en Europa se mantiene invariable, o al menos a primera vista, con la ayuda de unos vientos de cola de un momento “risk-on” de la economía doméstica de EEUU que clavan el comportamiento de los primeros compases de 2016 (ver tabla con el Russell y los bancos regionales).
En todo caso, la euforia inicial, que también empujaba a la beta europea terminó enterrada por los temores sobre el impacto en la economía europea. Y ha sido precisamente el salto en expectativas de un BCE más agresivo (nuestros economistas ahora ven al tipo depo ya en el 2% al finalizar el 2T25, con un recorte adicional ahora en abril) el que ha favorecido a los cortos plazos en crédito. La percepción de divorcio BCE / Fed saltaba a la vista ayer (UST2Y +9pb / Schatz -13pb). Las posiciones de beta baja / duración baja deberían funcionar mejor en un escenario en el que el mercado tenderá a ser, necesariamente, más selectivo (como vimos ayer con el crédito italiano, claramente underperforming). Sobre todo cuando de la euforia de los mercados se pase a un análisis más pormenorizado de las implicaciones fiscales, tarifarias y geopolíticas; y de anticipada mayor fragmentación/desglobalización en crecimiento.
A la espera de futuras rondas de negociaciones en la UE/EEUU y al impacto inicial en márgenes y demanda de posibles guerras tarifarias, el crédito alemán, italiano y de UK parecen más sensibles a la vista de su mayor exposición comercial a EEUU, sobre todo vs el crédito francés o el español. En todo caso, en el largo plazo, otros factores podrán funcionar como vientos de cola para el crédito core, como el alemán industrial (¿energía más barata?, ¿mayor comercio con China?). Para la periferia, si la respuesta de la UE para compensar parte del primer impacto desglobalizador es más Europa, como propone Draghi, más inversión y más emisiones conjuntas, más cohesión europea, nuevos fondos NGEU, etc, todo esto podría entenderse como otro viento de cola para la periferia. Una periferia que además ya parece que se beneficiará de más recortes del BCE a pesar del buen tono de algunas de sus economías, como la española.