España: liderazgo internacional en producción con paneles fotovoltaicos

Energías renovables

Intermoney | En España, los datos de paneles fotovoltaicos y consumo ligado a soluciones renovables demuestran el avance imparable de la transición hacia un modelo verde y sostenible. La Red Eléctrica Española indica que la potencia obtenida por esta vía se ha triplicado entre 2019 y el inicio de 2022. La tendencia continúa este 2023 y lo hará, aún con más fuerza, en próximos años.

España como generadora de energía fotovoltaica mediante paneles fotovoltaicos

Nuestro país, en cuanto a potencia instalada procedente de la luz solar, está situado entre los diez primeros a nivel mundial. De hecho, cada año asistimos a algún nuevo récord fotovoltaico, ya sea en términos de instalación, generación o crecimiento del sector.

Como ejemplo está la potencia en 2022, cuando se conectaron a la red 3.400 megavatios, a los que hay que sumar 2000 más de autoconsumo. Estas cifras superan ampliamente las del año anterior, situadas en 4.700. El objetivo es claro: lograr la meta fijada en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de 39 GW de energía fotovoltaica instalada en 2030. No obstante, dado el ritmo acelerado de crecimiento, hay previsiones que pronostican alcanzar hasta los 65 GW, de los que 15 serían de autoconsumo.

Pese a todo, China adelanta con mucha distancia al resto de naciones, tanto en términos anuales como acumulados. Es más, dobla al segundo, Estados Unidos, en este proceso hacia un modelo que erradique los combustibles fósiles y los gases de efecto invernadero.

Autoconsumo fotovoltaico en España

Unos 300.000 domicilios y 54.000 industrias y negocios generan el 1,8 % de la demanda nacional de electricidad gracias a los sistemas de autoconsumo. El año pasado se instalaron 2.649 megavatios (MW) en territorio español, de los que 1.059 (40%) fueron en viviendas particulares.

Embarcarse en un proyecto fotovoltaico ha pasado a ser algo habitual, incluso para el ciudadano de a pie. Hasta hace unos años, llevarlo a cabo era adentrarse en un terreno desconocido. Sin embargo, esta circunstancia ha dado un giro de 180 grados gracias a un contexto social, político y legislativo muy favorable. A ello se ha sumado el alto precio de la electricidad y la búsqueda de alternativas más limpias, viables y sostenibles.

El resultado ha sido un incremento anual del 33% en la producción desde 2019 y ha pasado de representar un 3,5% a un 8%, según datos Red Eléctrica Española. Es más, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) considera que esa tendencia continuará acentuándose. En 2040, se estima que la porción en el mix energético llegará a un 44%.

El año con los datos más llamativos de los últimos tiempos ha sido 2021. En muchos sentidos, marcó un punto de inflexión, ya que esta fórmula pasó a convertirse en una de las opciones más escogidas y ventajosas. Se instalaron 1.203 MW, con un salto del 102% con respecto a datos del año anterior (2020). Parecía como si la pandemia, en la que muchas actividades se paralizaron, hubiera servido para tomar conciencia de las grandes posibilidades de este modelo. Actualmente, la potencia instalada en 2021 supone un 40% del total global en territorio español.

El crecimiento de un sector en auge

El consumidor, tanto empresa como particular, está cada vez más informado sobre cuestiones que van desde la reforma del mercado eléctrico a tarifas de la luz y soluciones de almacenamiento y monitorización. Así, este percibe que las opciones a su disposición son cada vez mayores. A su vez, existe un sentimiento creciente y generalizado sobre las ventajas de las renovables y opciones como el PPA.

Esta es una prueba más del crecimiento de un sector en auge. Así lo demuestran, por ejemplo, los datos recogidos en el informe anual 2021 de la UNEF, el año con mejores resultados hasta el momento. En comunidades autónomas como Extremadura, aumentó en 1.312 MW su potencia instalada, y en Castilla La Mancha, 1.036 MW. Varias zonas ya habían dado el salto con anterioridad, como Madrid o Cataluña, por lo que su crecimiento fue menor. No obstante, en todas las áreas se prevé un importante incremento en próximos años.

Ayudas para el cambio de modelo

Cada día más empresas y ciudadanos a título particular se interesan por programas de ayuda que contribuyan a reducir su factura eléctrica. Además, tienen en cuenta consideraciones medioambientales, como consecuencia de la creciente concienciación sobre la importancia de combatir el cambio climático.

En este sentido, existen opciones variadas, que incluyen:

Deducciones del IRPF.

Bonificaciones del IBI e ICIO.

Fondos Next Generation UE.

Ayudas de las Comunidades Autónomas.

Sumado a eso, las administraciones públicas están apostando de manera decidida por las renovables. De hecho, las ayudas pueden llegar a sufragar alrededor del 40% de los costes de una instalación. En lo que respecta a viviendas, hay planes que buscan la reforma y renovación para optimizar la eficiencia energética. Asimismo, en poco tiempo, todas las edificaciones de nueva construcción tendrán que contar con sistemas que reduzcan su huella de carbono.

Retos de España para un futuro descarbonizado y sostenible

Nuestro país, al igual que el resto de Europa, se enfrentan a importantes desafíos energéticos y climáticos en un futuro inmediato. El desacoplamiento con respecto a Rusia, como forma para reducir la dependencia del gas que esta suministra, es uno de los principales.En este sentido, el Plan REPowerUE puede ser una de las palancas de cambio, al tiempo que unos marcos regulatorios estables y predecibles. Otra prueba de fuego será la integración y el desarrollo coordinado de sistemas de generación, almacenamiento y transporte eléctricos, junto a la construcción de nuevas interconexiones.Sumado a todo esto, una de las claves para el impulso de un nuevo paradigma energético será la democratización del uso de paneles solares. Su utilización generalizada, al igual que el de otras energías renovables, será la llave para un futuro descarbonizado. Esto contribuirá, además, a evitar los vaivenes a los que está sometido el sistema en la actualidad debido a la dependencia del gas ruso.

En resumen, la creciente apuesta de España por la implantación de paneles fotovoltaicos la sitúa como uno de los países líderes en este tipo de energía renovable. No en vano, el territorio español disfruta de más de 2.500 horas de sol al año.