El BCE no se deja intimidar por las turbulencias del mercado

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Karsten Junius (J. Safra Sarasin Sustainable AM) | En la rueda de prensa de ayer, el BCE intentó fomentar la confianza tanto en su voluntad de luchar contra la inflación como en la estabilidad del sistema financiero europeo. El BCE ha subió los tipos de interés 50 pb. También indicó que su trabajo en la lucha contra la inflación aún no ha terminado y que sigue siendo probable que vuelva a subir tipos en el futuro. Sin embargo, en lugar de anunciar de antemano el número de futuras subidas de tipos, el BCE sigue ahora un enfoque dependiente de los datos para sus decisiones políticas. Restó importancia al hecho de que las recientes turbulencias ya hayan endurecido las condiciones de financiación. En su lugar, reiteró que los bancos europeos son resistentes, cuentan con sólidas reservas de capital y liquidez, se benefician de una fuerte supervisión en Europa y tienen una exposición limitada a instituciones críticas de Estados Unidos. No obstante, en caso de necesidad, existen numerosos instrumentos y facilidades que podrían activarse rápidamente.

Inyectar confianza pareció ser la principal misión del BCE. La presidenta Lagarde confirmó que la subida de los tipos de interés en 50 pb contaba con el apoyo de una amplia mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno, y sólo tres o cuatro de ellos abogaban por una postura más cauta o por retrasar la decisión. De este modo, el BCE no dejó lugar a dudas de que la lucha contra las presiones inflacionistas es su principal objetivo. Desgraciadamente, no puede decirse cuál habría sido la decisión sin el compromiso previo del BCE de subir 50 puntos básicos esta vez. En teoría, una subida de tipos menor podría haber sido suficiente, dado el endurecimiento de las condiciones financieras que se produjo como consecuencia de las actuales turbulencias del mercado. El hecho de no tener en cuenta la situación actual del mercado en su decisión política contrasta con los comentarios de la presidenta Lagarde sobre las nuevas proyecciones de los expertos del BCE. Parecía dispuesta a restarles importancia, ya que el día de cierre había sido anterior a las recientes turbulencias del mercado. Al menos, el BCE confirmó que en el futuro adoptará un enfoque dependiente de los datos. Sólo indicó que su trabajo aún no ha terminado. Desde JSS Sustainable AM, consideramos que dos subidas de tipos de 25 pb, en mayo y junio, son coherentes con el mensaje del BCE y sus previsiones macroeconómicas.

La presidenta Lagarde y el vicepresidente de Guindos subrayaron que la estabilidad financiera y la de precios no son dos objetivos opuestos. Afirmaron que existen varios instrumentos y facilidades para apoyar al sector financiero y que el personal del BCE había demostrado su capacidad en crisis anteriores para activar otras herramientas a tiempo. Hasta ahora, sin embargo, se considera que la resistencia del sistema bancario es fuerte, que las reservas de capital y liquidez son elevadas, que la exposición a los bancos estadounidenses vulnerables es baja y que las similitudes con los problemas específicos de los bancos estadounidenses son muy limitadas.