El Ibex 35 podría mantener en 2023 su mejor comportamiento relativo a Europa

Nuria Álvarez (Renta 4) | De cara a 2023, y en un contexto de tipos altos por más tiempo y fin de la barra libre de liquidez de los bancos centrales, sin la PUT de la Fed, consideramos que la inversión debe ser selectiva: 

La Renta Fija vuelve a ofrecer rentabilidad, si bien preferimos iniciar el año posicionados en Investment Grade, siendo más prudentes en High Yield a la espera de mayor deterioro cíclico que se traduzca en aumento de defaults. Niveles atractivos en Deuda Pública, aunque el punto de inflexión definitivo debería llegar con el deterioro en empleo (bancos centrales girando a sesgo neutral).

En Renta Variablecomenzaríamos el año con sesgo defensivo, siendo si cabe aún más importante que en otras ocasiones un adecuado stock picking”, en la medida en que esperamos volatilidad al alza en la primera parte 2023 ante la mayor restricción monetaria y su impacto en ciclo y BPAs (aún pendiente de materializar). El suelo definitivo en bolsas llegará cuando se confirme una moderación sustancial en la inflación que permita a los bancos centrales pensar en volver a una posición neutral desde restrictiva (no vuelta a tipos cero o negativos) que posibilite una mejora de expectativas sobre ciclo y resultados empresariales, teniendo en cuenta que el ciclo bursátil adelanta al ciclo económico. A corto plazo, EEUU podría comportarse mejor en términos relativos (menor deterioro macro esperado, giro en tipos antes que en Eurozona, peor comportamiento relativo en 2022), a medio plazo somos más optimistas en Europa (valoraciones más atractivas).

En España (Sobreponderar), nuestro objetivo de Ibex está en 10.960 puntos. Consideramos que el selectivo español podría mantener en 2023 su mejor comportamiento relativo a Europa apoyado en: 1) el diferencial positivo de crecimiento vs Europa (menor dependencia del gas ruso, menor recuperación vs pre-Covid, fondos europeos); 2) el elevado peso de sector bancario en un contexto de políticas monetarias restrictivas; 3) el carácter más defensivo ante un entorno recesivo en Europa (utilities, telecos, infraestructuras, petroleras en escenario actual) y 4) la exposición a Latam, posible beneficiada de un giro de tipos a la baja antes que en otras economías al haber realizado antes el trabajo de restricción monetaria.

Como apoyos principales a las bolsas, destacaríamos: tipos reales muy negativos pese a subidas, reducción permanente de inflación que se traduzca en freno a las subidas de tipos, recesión suave y limitada en el tiempo, resiliencia de BPAs, reapertura consistente de China, fin de sanciones a Rusia, elevada liquidez en carteras e infraponderación en renta variable, elevada RPD y recompras de acciones.

Y entre los principales riesgos: riesgo geopolítico (Rusia-Ucrania, China-Taiwan), tensionamiento de políticas monetarias más intenso/rápido de lo previsto ante una inflación que no ceda, recesión intensa y duradera, caída de BPAs superior a lo previsto, rebrotes de Covid que impidan la reapertura china, Japón (elevada deuda, riesgo en caso de cambio en política monetaria ante repunte de inflación).

Materias primas. Apoyadas por oferta inelástica, así como por la esperada depreciación del dólar y la reapertura de la economía china.

Divisas. Pese al mantenimiento de un dólar fuerte en el corto plazo, esperamosgradual apreciación del Euro a 1,10 USD/EUR a medio plazo cuando se perciba cambio de signo en la política monetaria de la Fed y se reduzca la aversión al riesgo de forma consistente.