El retorno de la descorrelación

Cedric Baron

Cedric Baron (Generali Investments) | El próximo año será probablemente un punto de inflexión que requerirá un nuevo manual de inversión. Para los inversores en multiactivos, un elemento crucial puede volver a estar de moda: la descorrelación entre clases de activos, base de la sacrosanta regla de la diversificación.

Los saltos extremos de la inflación han hecho que las correlaciones entre la renta variable y la renta fija se sitúen en territorio positivo, mientras que la vuelta a niveles de inflación más “normales” debería volver a centrar la atención de los inversores en el crecimiento económico para determinar el equilibrio de los precios. Si el crecimiento es débil y la inflación suficientemente baja, entonces el crecimiento volverá a ser la principal preocupación de los inversores y la descorrelación entre la renta variable y la renta fija volverá al primer plano. De hecho, como esperamos que los elevados tipos de interés y las estrictas condiciones financieras acaben perjudicando a los consumidores cuando surjan necesidades de refinanciación, pensamos que el crecimiento debería desacelerarse en 2024, desplazando las correlaciones entre activos.

Además, creemos que unos rendimientos mucho más elevados serán positivos para las estrategias multiactivos, que se han beneficiado de un carry atractivo este año y que esperamos que continúe en 2024. También esperamos que estas estrategias se beneficien de las subidas de precios en el segmento de renta fija.

La reacción del mercado de renta variable dependerá de la resistencia del crecimiento económico. Si la inflación se ralentiza mientras la actividad económica es baja pero positiva, volveremos a un escenario de Ricitos de Oro, que es positivo para la renta variable. Pero si la ralentización es más profunda que el aterrizaje suave actualmente previsto, la renta variable podría caer a pesar de la bajada de los tipos de interés. Esto ilustra lo incierto que podría ser 2024, ya que dependerá de datos de precios y actividad difíciles de predecir.

Por lo tanto, creemos que las estrategias multiactivos pueden desempeñar un papel importante para los inversores en este entorno. Las incertidumbres son elevadas y el escenario económico puede cambiar drásticamente en función de las variables macroeconómicas (desde los precios hasta la actividad). Por lo tanto, es poco probable que una asignación pasiva satisfaga la necesidad de adaptarse a escenarios muy diferentes.  Una asignación reactiva y flexible será clave.

Las estrategias multiactivos también pueden añadir un valor significativo gracias a su capacidad de utilizar instrumentos financieros sofisticados para adaptarse mejor a los cambios del mercado en una gama muy amplia de clases de activos. El uso de la opcionalidad ayudará a proporcionar flexibilidad mientras que las fuentes de carry tienen el potencial de multiplicarse a través de diferentes clases de activos, como la volatilidad de la renta fija, las materias primas y los dividendos de la renta variable.