Alexander Dominicus (Mainfirst) | Creemos que las tasas de inflación han tocado techo y disminuirán gradualmente a lo largo del año. Las empresas post-Covid se enfrentaron a un fuerte aumento de la demanda, mientras que al mismo tiempo muchas de ellas luchaban contra la escasez de suministros y la limitada disponibilidad de productos. Esto ha provocado un aumento de los precios.  Otro fuerte acelerador de la subida de precios ha sido la guerra de Ucrania, ya que muchos precios de las materias primas se han disparado y el coste de la energía ha aumentado sustancialmente. Algunos de estos factores revertirán en 2023, ya que las limitaciones de la cadena de suministro están remitiendo gradualmente. También hemos visto que los precios de las materias primas están bajando de sus máximos y que el coste de la energía también está bajando. Esto limitará la necesidad de que las empresas suban más los precios o incluso tendrá cierto impacto deflacionista en los precios. Por otro lado, seguirá habiendo cierta presión inflacionista debido a los aumentos salariales que se producirán en 2023.